Tradición, irreverencia y variedad de disfraces en el gran desfile de Carnaval
Zamarracos y cachivirros con sus pellejos, trallas y cencerros se mezclaron con piratas, personajes de cuento, rockeros o artistas, todo vale en Carnaval.
Fueron miles los burgaleses que salieron a las calles a disfrutar de uno de los eventos más multitudinarios de Carnaval. El desfile reunió a más de 2.000 participantes disfrazados con motivos de lo más variopinto.
Precedidos por Don Carnal y Doña Cuaresma, y la sardina que el martes arderá este año en la Plaza Mayor, los disfraces hicieron honor a la variedad. Parapentes, emojis, fichas de Lego, artistas, vikingos, abejas, abejas, o botellas de cerveza, sin olvidar las fregonas, pero también los tradicionales como los zamarracos y cachivirros con sus pellejos, trallas y cencerros, y hasta una Tarasca.
La concentración se realizó en el Paseo de la Sierra de Atapuerca, desde donde partió hacia la Plaza de Mío Cid, Calle Santander, Concordia, Laín Calvo y La Paloma para finalizar en la Plaza del Rey San Fernando.
Cada año son más los grupos, asociaciones, AMPAS o peñas que se animan a participar en este desfile, el acto más multitudinario del Carnaval, y cada vez son disfraces más elaborados los que se pueden ver por las calles de Burgos, señal de que el arraigo y la implicación es grande, y en el que participan grandes y pequeños es masiva.
La Sardina se seguirá paseando por las calles hasta el próximo martes, día en el que llegará «su hora» y arderá para dar por finalizado el Carnaval 2024.