El Ayuntamiento se plantea terminar el contrato con Scooby, administradores de la perrera municipal
El Ayuntamiento de Burgos ha dado su aprobación a la aplicación de una nueva sanción grave a la Asociación Protectora de Animales y Medio Ambiente Scooby, encargada de la administración de la perrera de Burgos desde el 1 de marzo de 2022.
La penalización se debe a la falta de respuesta ante una solicitud de la concejalía de Sanidad y Medio Ambiente, la cual requería una analítica sanguínea junto con una exploración física completa para un animal.
La portavoz del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros, ha detallado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local celebrada este jueves que, según lo estipulado en el contrato, existía un plazo de tres días hábiles para atender este tipo de solicitudes y en este caso, la asociación no cumplió con los términos establecidos en el pliego.
En consecuencia, el Ayuntamiento ha decidido aplicar una nueva sanción, en este caso por un monto de 709,65 euros, equivalente al 0,5% del canon anual del contrato.
Ballesteros ha señalado que esta es otra sanción más para la sociedad protectora de animales Scooby, que actualmente gestiona el contrato de recogida de animales, ya que la perrera aún no está operativa.
La portavoz municipal también ha admitido que, debido a las numerosas penalizaciones impuestas a Scooby, se iniciará el expediente de rescisión unilateral del contrato suscrito con la empresa y se está estudiando quién y de qué manera podría hacerse cargo del servicio hasta que la perrera vuelva a estar en pleno funcionamiento.
Ballesteros ha afirmado que la decisión de abrir el expediente de rescisión se basa en las diversas causas que preceden a esta medida, como las múltiples penalidades abiertas a Scooby por no cumplir de manera detallada con el contrato vigente con el Ayuntamiento.