En 2018 volvía tras tres años de ausencia. En 2020 y 2021 la pandemia impidió su representación. Hoy, el Vía Crucis de Villabilla cumple 50 años.

Los vecinos de Villalbilla y todos los que esta tarde se han acercado a Villalbilla pudieron disfrutar de una nueva edición de la Pasión Viviente, este año cumpliendo 50 años de su representación.

Más 120 personas participaban en esta escenificación de las últimas horas de la vida de Cristo en una tarde en la que acompañaba la temperatura y esto hizo que fueran muchos los que se animaron a disfrutar de la representación.

Actores, banda, personal técnico y de organización consiguieron hacer disfrutar de este evento a los varios miles de personas que ayer acudían a disfrutar desde las 20:45 de esta obra, que se realiza con sonido directo a lo largo de distintas escenas que se desarrollan en toda la localidad. Todo comienza en la zona aledaña al río, en la urbanización «La Tejera» donde se escenifica la llegada de Jesús con las palmas, la última cena y el lavatorio de pies, la oración en el huerto y el prendimiento.

Jesús es llevado ante los Sumos Sacerdotes y Pilatos recorriendo las calles de la localidad hasta la plaza del Polideportivo donde es juzgado para después recorrer el trayecto hasta la crucifixión, ya entrada la noche e iluminada por unas fogatas y una tenue iluminación.

El recorrido por las calles se hace en un silencio sólo roto por los desprecios hacia Jesús por parte de los actores, todos vecinos de Villalbilla y miembros de las asociaciones de la localidad.

Esta representación es una de las veteranas. Fue en la Semana Santa de 1973 cuando se representó por primera vez.