El Centro de Apoyo al Drogodependiente de Cáritas en Aranda se une a las reivindicaciones del Día Mundial de la lucha contra el sida
El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del sida, bajo el lema «Igualdad Ya»
El Centro de Apoyo al Drogodependiente de Cáritas en Aranda de Duero, donde el pasado año fueron atendidas 122 personas, se une a las celebraciones del Día Mundial de la lucha contra el sida.
En este centro, y de la mano de los técnicos y voluntarios, «se ofrece apoyo social y psicológico a personas afectadas por el virus del VIH, apostando por su calidad de vida, dando asistencia social especializada, velando por su adhesión al tratamiento, su estabilidad psíquica y su plena integración social», explica Mariana Rocha, psicóloga del centro.
Desde 1988 se han hecho importantes progresos en la lucha contra la enfermedad del sida y, a día de hoy, tres de cada cuatro personas que viven con el VIH conocen su estado serológico. No obstante, los datos del último informe de ONUSIDA revelan que durante los dos últimos años de la COVID-19 y otras crisis mundiales, el progreso contra la pandemia del VIH ha decaído, los recursos se han reducido y las desigualdades persisten en el acceso a las pruebas de detección y tratamiento.
El lema de este año, «Igualdad Ya», es una llamada a la acción, que pretende impulsar a trabajar en todas aquellas acciones prácticas que se ha demostrado que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al sida. En el año 2021, un millón y medio de personas se infectaron por primera vez de sida y más de 650.000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el VIH.
Desde ONUSIDA solicitan una reforma en la ley para abordar la exclusión en la que se encuentran estas personas, un aumento de la disponibilidad y calidad de los servicios para el tratamiento, prueba y prevención del VIH y garantizar el intercambio de tecnología para permitir un acceso igualitario, tanto entre comunidades, como entre el norte y el sur del mundo. Las mujeres jóvenes africanas siguen siendo desproporcionadamente las más afectadas por el VIH, mientras que la cobertura de los programas específicos dirigidos a ellas se mantiene demasiado baja. En 19 países africanos muy afectados, los programas específicos de prevención para chicas adolescentes y mujeres jóvenes están activos solo en el 40 % de los lugares de alta incidencia del VIH.