El PP celebra que el bipartito opte por la opción de la modificación presupuestaria para el II Plan de Crisis, pero advierte de que llega demasiado tarde
Blasco ha recordado que puso sobre la mesa este planteamiento a finales del pasado año, encontrándose con la negativa frontal del PSOE y Ciudadanos
La portavoz del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Burgos, Carolina Blasco, ha celebrado este jueves que el bipartito opte finalmente por una modificación presupuestaria para el II Plan de Crisis y Reactivación Económica, si bien ha advertido de que llega demasiado tarde. «El PSOE y Ciudadanos van, una vez más, a rebufo del Partido Popular y solo cuando los populares han solicitado una sesión plenaria de carácter extraordinario para que rindan cuentas, aceleran la aprobación del II Plan», ha señalado Blasco, quien ha recordado que desde finales del pasado año, el Grupo Municipal Popular puso sobre la mesa la opción de la modificación presupuestaria para que las medidas del plan llegasen cuanto antes a sus beneficiarios.
En concreto, ha recordado que la posibilidad de la modificación presupuestaria se planteó inicialmente en el último trimestre del año para que pudiese incorporarse inmediatamente al presupuesto prorrogado a principios de 2021. Tras la negativa del equipo de Gobierno local, se urgió a la liquidación presupuestaria de 2020 para hacer modificación presupuestaria, incluso, por circunstancias calamitosas.
Blasco ha desvelado que el bipartito dispone de la liquidación desde mediados de febrero, por lo que la modificación se podría haber llevado al Pleno de febrero y no lo hicieron, «dejando pasar otra vez un tiempo imprescindible» para los burgaleses que peor lo están pasando como consecuencia de la crisis sanitaria. «Otro mes más de paralización», ha lamentado.
La portavoz municipal del PP ha recordado que el hecho de que se llegase tan tarde con el II Plan de Crisis y Recuperación, fue uno de los motivos por los que el PP no se adhirió al documento. Asimismo, ha insistido en que, ahora, esta maniobra del PSOE y Ciudadanos corrobora la teoría defendida por los populares desde el principio, que la firma del plan respondió únicamente «al ansia de fotografías» del bipartito, «al que ha quedado claro que no le importan los burgaleses».