Dos nuevos casos de estafa denunciados en los últimos días en la Comisaría de la Policía Nacional
En uno de los casos, el propio vendedor fue el estafado
Las compras y ventas online, que en los últimos años han crecido de una manera muy significativa, han traído consigo un incremento de las estafas que se cometen a través de este medio. La situación actual que vivimos, en la que pasamos muchas horas en casa, propicia las consultas y visitas a páginas webs y aplicaciones, ya sea para comprar o para vender algún artículo.
Este lunes se recibieron en la Comisaría Provincial de Burgos dos denuncias por delitos de esta índole. En la primera, el denunciante, que había puesto a la venta una bicicleta, resultó estafado por la compradora. Esta contactó con él para interesarse por la bici y a través de Whatsapp intercambiaron mensajes, llegando a un acuerdo en el precio, el cual fijaron en 70 euros.
A partir de ahí, y en días sucesivos, el denunciante proporcionó datos personales y bancarios a la supuesta compradora, así como números de códigos que recibía en su terminal y que le demandaba la empresa que teóricamente gestionaba la recogida de su bicicleta. El resultado es que pasados unos días, al actualizar su libreta, se percató de varios movimientos fraudulentos en su cuenta por un importe que superaba los 1.000 euros.
En el segundo caso, una vecina de Burgos contacto a través de otra página web con una anunciante que regalaba un cachorro de perro. La denunciante envió un mensaje a la propietaria y ésta inmediatamente se comunicó con ella también mediante Whatsapp, y aunque en principio parecía que era un regalo, le solicitó 177 euros en concepto de vacunas, cambio de titularidad y transporte.
La denunciante envió la cantidad acordada mediante un sistema de pago a través de una aplicación móvil. A continuación la empresa que hipotéticamente se haría cargo del transporte del animal, le envió continuos requerimientos para que ingresara distintas cantidades de dinero por diversos conceptos que ella fue realizando hasta sumar 1.276 euros.
Lejos de darse por satisfechos, la supuesta propietaria del cachorro así como «la empresa» continuaron pidiendo más dinero y ante la negativa de la víctima le amenazaron con acusarla de abandono de animales, haciéndole ver que ello le podía acarrear numerosos problemas.
Los ciberdelincuentes utilizan distintas variantes ya sea comprar, vender o incluso regalar algo como cebo para obtener datos personales y bancarios de ciudadanos que contactan con ellos. Por eso, una vez más, hay que reiterar que no se debe facilitar información personal ni financiera sensible a terceros. Las entidades bancarias o empresas fiables dedicadas a la venta no utilizan esta operativa.