Fundación Centro Ocupacional Lerma impulsa la integración laboral y social de personas con discapacidad psíquica en el medio rural con el apoyo de Caja Rural

La Fundación Centro Ocupacional Lerma continúa trabajando en la comarca para facilitar la integración personal y laboral de personas con discapacidad psíquica, enfrentándose a desafíos como el estigma social y las dificultades de acceso en un entorno rural donde la distancia y el presupuesto limitado dificultan su labor. La entidad se enfoca en proporcionar a sus usuarios herramientas para desenvolverse en la vida diaria y en el ámbito laboral, en un contexto que necesita mayores recursos y adaptaciones para brindar servicios de calidad.

La reciente colaboración de CajaViva Caja Rural, que ha firmado un convenio con la fundación lermeña, permitirá destinar una aportación de más de 7.500 euros al transporte de los 12 usuarios del centro ocupacional, dispersos por varias localidades de la provincia. Este apoyo contribuirá a la renovación de una furgoneta que realiza alrededor de 200 kilómetros diarios para recoger a los usuarios, facilitando así su acceso a las actividades de la fundación. “Este convenio es una ayuda imprescindible en el medio rural, donde estos apoyos cobran especial relevancia”, destacó Jesús María Hontoria, presidente de la entidad financiera.

La Fundación Lerma trabaja también en la superación de barreras sociales y en la visibilización de la discapacidad en la comarca. Según explica el secretario de la Fundación, Francisco Caro, el estigma social y la resistencia de algunas familias aún persisten en el medio rural, donde la integración depende de construir una rutina en un ambiente familiar y cercano. Para algunos usuarios, esta experiencia ha sido transformadora: “Algunos, como un usuario que ahora acude al centro cada día, no querían venir al principio, pero ahora no faltan ni siquiera en los días en que hemos suspendido actividades por traslados”, señala Caro. Otros, incluso jubilados, siguen asistiendo para mantener el contacto con sus compañeros y reforzar su independencia.

El centro es conocido por sus exitosas cestas de mimbre, que se popularizaron durante las Edades del Hombre celebradas en Lerma, y se han expandido a productos textiles gracias a la donación de una máquina de bordado, permitiendo a los usuarios desarrollar habilidades de fabricación, ventas y gestión de ingresos. Además, la fundación ofrece clases de escritura, matemáticas y formación en habilidades financieras, guiando a los usuarios en sus gestiones bancarias y cotidianas para mejorar su autonomía.

Con el envejecimiento de familiares de los usuarios, la fundación se enfrenta ahora al reto de proporcionar viviendas tuteladas. “Estamos trabajando con el Ayuntamiento de Lerma y una asociación de Aranda para hacer realidad esta opción, especialmente para aquellos cuyos familiares ya no pueden brindarles el apoyo necesario”, indicó Caro. La entidad confía en que este proyecto futuro permitirá a sus usuarios mantener la independencia en un entorno familiar y comunitario, garantizando su bienestar y continuidad en la vida diaria.