El Arzobispado se da «un plazo prudencial» para que las ex monjas de Belorado abandonen el monasterio

El Arzobispado de Burgos tomará medidas legales si las diez ex monjas clarisas de Belorado y Orduña, excomulgadas el sábado pasado, no abandonan voluntariamente el monasterio dentro de un plazo «prudencial» aún sin especificar.

El arzobispo Mario Iceta, como comisario pontificio y representante legal de los conventos de Belorado, Orduña y Derio, ha enfatizado en una rueda de prensa que una vez excomulgadas y expulsadas de la vida consagrada, no tienen derecho legal a permanecer en los monasterios, por lo que deben marcharse.

Desde el arzobispado entienden que «al ser personas preparadas» entiendan que al abandonar la iglesia también deben dejar los monasterios, de los que ha recalcado que son «bienes eclesiásticos».

Iceta confía en que el proceso sea «pacífico y sereno» aunque ha recalcado que «todo depende de ellas», por eso se les va a conceder «un plazo prudencial» para que ellas mismas abandonen el monasterio antes de tomar medidas legales.

El arzobispo de Burgos ha señalado que la excomunión es «algo reversible», de hecho en el manifiesto que ha leído ha declarado que «la iglesia está deseosa de que vuelvan una vez recapaciten y se den cuenta». Además ha apuntado que «son ellas las que deciden abandonar la iglesia, no se las echa».

Respecto a las 8 hermanas restantes del monasterio, cinco hermanas mayores y tres que se encuentran fuera «son una prioridad» y por eso se ha solicitado ayuda a otros monasterios de la Federación de Clarias Nuestra Señora de Aránzazu y «tres han comunicado su decisión de enviar hermanas a Belorado» en apenas 48 horas por lo que se espera que haya más.

En términos económicos, se ha requerido las cuentas para conocer la información económica con el objetivo de atender las necesidades del convento pero han visto que «son insuficientes y pequeñas», no superan los 6.000 euros ninguna de las 10 cuentas por lo que el arzobispado es consciente de que «es preciso inyectar liquidez».