La procesión de “La Borriquilla” llena las calles de Burgos
Con la procesión de Jesús en la borriquilla y la eucaristía de la Pasión del Señor presidida por el arzobispo en la catedral, la Iglesia se adentra de lleno en la Semana Santa.
Es, sin duda, una de las procesiones más populares de la Semana Santa en la capital. Miles de burgaleses han salido un año más a la calle con ramos y palmas para recibir el paso de Jesús en la Borriquilla, de los talleres de arte sacro de Olot y portado con solemnidad sobre los hombros de los cofrades de la Coronación de Espinas y Cristo Rey. Después de que el arzobispo haya bendecido los ramos en la iglesia de San Lorenzo, la imagen ha recorrido las calles Laín Calvo y La Paloma y la plaza del Rey San Fernando para hacer su entrada por la puerta de Santa María en la catedral, donde se ha celebrado la eucaristía.
Ramos y Pasión
La algazara de la procesión, en la que los niños son protagonistas, contrasta con la sobriedad con la que la liturgia comienza la Semana Santa y en la que se proclama la Pasión y muerte de Cristo. En su homilía, Mario Iceta, ante numerosos cofrades y cientos de burgaleses, ha recordado que Jesús es «rey de pobres, rey de paz y rey universal».
Y al igual que entró de forma humilde montado sobre un borrico en Jerusalén como «rey pobre» y hoy lo ha hecho en la catedral, desea «entrar en tu corazón, pero sólo si eres pobre, si reconoces tus limitaciones y tus pobrezas». Del mismo modo, es un rey que otorga la paz que brota del perdón, «que es la perfección del amor». «Sólo los que saben amar y perdonar son artífices de paz», ha subrayado. Por fin, como «rey universal», su reinado se extiende por todo el mundo porque ha hecho un pueblo eucarístico». Y todo, «para decirnos una palabra de aliento, una palabra de misericordia» que haga «brotar la alegría» «en medio de nuestras dificultades».
Tras la misa, la imagen de Jesús con la borriquilla ha vuelto a la calle. En la plaza del Rey San Fernando se han congregado todas las cofradías de la ciudad, mientras el arzobispo ha vuelto a bendecir los ramos. A continuación, los porteadores de la imagen la han procesionado por el paseo del Espolón, Carnicerías, plaza Mayor, Admirante Bonifaz y San Carlos para regresar a su parroquia de origen, en la calle San Lorenzo.