Ese manjar llamado cecina
Han sido muchos los que se han acercado a degustar uno de los manjares de las fiestas que se celebran en Burgos, la cecina del Barrio de San Pedro de la Fuente.
Hay que reconocer el trabajo de los voluntarios de la peña Recreativa Cultural de San Pedro de la Fuente que hacen posible que cada año la cecina esté simplemente espectacular.
Las fiestas en Burgos con la gastronomía como protagonista continúan a lo largo del invierno. Los Titos, la Matanza de los Cucos y la Cecina del Barrio de San Pedro de la Fuente, son citas en rojo en el calendario de muchos burgaleses. Son muchos los que se han animado a acercarse al barrio para un año más degustar este manjar, la cecina cocida que cada año prepara la peña Recreativa Cultural de San Pedro de la Fuente y que acompañan con chorizo, morcilla, pan y vino. El olor invade el barrio y tras la misa, el reparto de pinchos es incesante. Pero para que esto sea posible, y todo esté a punto, es necesario mucho trabajo. Casi una semana antes comienzan los preparativos y a la cabeza, las mujeres de la peña, que poco a poco van dando pautas para su relevo, y muchos voluntarios miembros de la peña Recreativa Cultural de San Pedro de la Fuente, “la peña roja” por llevar el mismo uniforme que en los San Fermines. Este año han preparado 80 kilos de cecina, 25 de morcilla y 40 de chorizo. La cecina se hecha a mojo la cecina y se preparan y limpian las verduras y la cecina (no hay que olvidar que la cecina es una carne curada). Comenzaron a cocerlo durante cuatro horas, con huesos, gallina, tocino, acelga, puerros, garbanzos y zanahoria. Pero aún no se ha acabado. Tras sacar la cecina del cocido y dejarla enfriar, se procede a su limpieza y a cocer las morcillas y los chorizos. Hoy por la mañana, toca calentar todo lo cocido y tener preparadas las mesas, bandejas, vino, pan y muchas manos que no dan abasto al trasiego de bandejas que se llenan y se vacían a una velocidad de vértigo.
Y si hasta ahora no han parado, tras el consuno del manjar queda la parte “menos grata”: fregar. Mañana a las nueve de la mañana -alguno pregunta ¿tan pronto?- comienza la limpieza de toda la “cacharrería” a cargo de las “voluntarias”, con una queja y una petición a la alcaldesa un año más ya que en el local donde preparan las viandas no hay agua caliente y las tareas se complican, aunque nada que no tenga solución. Aprovechando la situación, se ha vuelto a pedir un nuevo local para estas preparaciones.
Cristina Ayala, que se estrenaba como alcaldesa en esta fiesta, ha manifestado que el Ayuntamiento de Burgos trabajará durante la legislatura para dar a los vecinos del Barrio San Pedro de la Fuente un lugar donde poder cocinar la tradicional cecina que cada 22 de febrero se reparte.
Ayala ha señalado que es una reclamación que «tiene varios años» y desde el Equipo de Gobierno se «va a trabajar en intentar dar esa respuesta».
Para Ayala, la festividad de la Cecina es «una fiesta muy castiza, muy burgalesa» y que este año ha sido declarada de Interés Turístico Regional y en la que se ha reconocido al Intendente de la Policía Local, Félix Ángel García y a José María Yudego, ex jefe de protocolo del Ayuntamiento de Burgos.
La alcaldesa ha apuntado que el Barrio de San Pedro de la Fuente, considerado uno de los más antiguos de la ciudad junto con Fuentecillas ha demandado un Centro Cívico en la zona, algo que el Consistorio ya ha dado «un paso adelante» y espera dar pronto «los pasos necesarios para poder continuar con su construcción.
«Ojalá tuviéramos la varita mágica para construir un cívico de la nada sin todos los trámites administrativos, pero no tenemos esa varita mágica, eso conlleva sus tiempos» ha señalado Ayala quien espera que «esté muy avanzado a lo largo de la legislatura»