Los Titos se estrenan como Fiesta de Interés Turístico Regional
La Cofradía de San Antón reparte 22.000 raciones de esta legumbre.
San Antón, uno de los tres santos del frío, llega acompañado de una de las tradiciones más arraigadas en Burgos, y más en concreto, en el barrio de Gamonal: Los Titos, que este año estrenan reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional.
La Cofradía de San Antón lleva días preparando las 22.000 raciones de esta legumbre que se reparten esta mañana. La receta se mantiene en el tiempo. A los 2.000 kilos de titos, se suman 200 kilos de ajos, 250 kilos de cebolla, 3.000 guindillas y 3.000 pimientos choriceros, 180 litros de aceite de oliva, 50 kilos de sal, 15 kilos de laurel, 15 kilos de pimentón dulce y otros tantos de picante. A esto, se suman 6.000 kilos de leña que se encendía a las ocho de la mañana y 17 grandes perolas para su cocción.
A las 12:00h, las campanas de la Real y Antigua tocaban a misa, con la presencia de autoridades. A la salida, la bendición de los animales, sobre todo perros y gatos, que han recibido el agua bendita lanzada por el isopo del párroco.
Tras las bendiciones a los animales, tocaba bendecir los titos. El alcalde Daniel de la Rosa, acompañado de las senadoras Mar Arnáiz y Cristina Ayala, el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, el delegado de la Junta, Roberto Saiz, el vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez, y concejales del Ayuntamiento de Burgos, eran los encargados de «catar» los primeros titos, con una muy buena crítica. De la Rosa recordaba su infancia y cómo acudía «de la mano de mi abuelo y después de mis padres», después más mayor como representante municipal y ahora lo hace como alcalde que es «un orgullo y un honor venir a este barrio que me vio crecer y mi corazoncito no lo podré desligar de este barrio». El alcalde reconocía la «mano» de los cocineros, que hacen un gran plato con una legumbre «pobre».
Tradición centenaria
Para quien no conozca la tradición, puede parecer extraño que durante varias horas esas personas aguanten en la cola llueva, haga frío, sol o nieve. Pero es que el tradicional reparto de los titos constituye una de las tradiciones más añejas del barrio burgalés y que todos los 17 de enero el pueblo se da cita para conseguir, cazuela en mano, una ración de esta rara legumbre.