El Obispillo pide parques para jóvenes y mejoras en las aceras
Jorge Hernández Miguel, Obispillo de este año, cumplía con la tradición paseándose por las calles de Burgos a lomos de un caballo blanco. A Jorge le acompañaban Mateo Cedrá Esteban, y Rubén García Barbero, vicario y secretario respectivamente.
Jorge, de 10 años y que estudia 5º de Educación Primaria en el colegio San Pedro y San Felices, pertenece a la Escolanía Pueri Cantores de la Catedral.
En su discurso, Jorge Hernández ha pedido al alcalde, mejoras en las aceras de la ciudad, más marquesinas en las paradas de autobuses, parques infantiles para niños de más de 9 años o que se talen los árboles que estén enfermos para evitar accidentes.
Daniel de la Rosa, le prometía las mejoras en los parques infantiles, y recordaba que se están haciendo mejoras en las aceras y colocando más marquesinas en las paradas de autobuses con más tránsito de viajeros.
El acto de investidura del obispillo, su séquito y la imposición de cruces a los nuevos escolanos tenía lugar en el monasterio de las Madres Salesas.
Tras realizar el tradicional paseo a caballo por el Espolón, visitaba el Ayuntamiento y su alcalde, Daniel de la Rosa. En el Ayuntamiento, la Escolanía Pueri Cantores ha deleitado con unos villancicos a los presentes.
La fiesta del obispillo es una antigua tradición navideña que se remonta a la Edad Media, y consiste en la investidura de uno de los niños de la Escolanía de los Pueri Cantores de la Catedral y que ese año hace su primera comunión como máxima autoridad. La tradición se perdió al desaparecer la escolanía, pero se recuperó en 1998.