Alberto Ruiz-Gallardón asegura que el tejido empresarial de Burgos ofrece una gran oportunidad debido a su ubicación estratégica
Jordi Sevilla sostiene que si la situación del cambio climático no mejora, se producirán migraciones climáticas, hambruna y una drástica subida del nivel del mar.
Burgos fue el lugar seleccionado para la celebración del último encuentro de Diálogos para el Desarrollo, donde el exministro de Justicia del Gobierno español y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y el exministro de Administraciones Públicas del Gobierno de España y senior advisor y director del Área Contexto Económico de Llorente y Cuenca, Jordi Sevilla, analizaron la situación de España después de la pandemia, debatieron sobre cómo aumentar su competitividad, abordaron la gestión del talento en entornos disruptivos y apuntaron qué papel debe jugar la productividad para salir de la crisis ante un shock energético externo.
El primero en intervenir fue Alberto Ruiz-Gallardón, quien señaló las ventajas del tejido empresarial de Burgos, haciendo especial hincapié en que “tiene una oportunidad extraordinaria como consecuencia de una favorecedora posición estratégica entre el centro y el norte de la península”.
Ruiz-Gallardón además destacó que “las inversiones en infraestructuras de comunicación, especialmente las ferroviarias, con la llegada del tren de alta velocidad, permitirán a Burgos ser la conexión natural con el País Vasco y Francia, generando una oportunidad para el desarrollo económico, especialmente en el campo de la logística”.
El encuentro organizado por Management Activo y patrocinado por Bankinter y Crédito y Caución, bajo el título ‘Las empresas en un mundo global: perspectivas y desafíos’, contó también con la intervención del exministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.
Sevilla comenzó su ponencia advirtiendo de que en los veintidós años que tiene de recorrido el siglo XXI, han ocurrido acontecimientos históricos que creíamos poco probables. Y teniendo en cuenta esto, analizó la forma en la que la crisis financiera y la pandemia han repercutido en nuestro país, afirmó que “hemos perdido la confianza en la globalización” y sostuvo “que hemos recuperado al estado como un agente importante para rescatarnos cuando la situación es desfavorable”.
Los efectos de la guerra de Ucrania y la inflación también fueron asuntos tratados por el exministro de Administraciones Públicas, quien por un lado señaló que “la economía mundial ha pasado de crecer un 6% en los dos últimos años, a tener una previsión del 3% de cara al año que viene”. Y por otro aseguró que “España seguirá creciendo más que la media de la eurozona, mientras que el paro no crecerá tanto como en otras crisis”.
Sevilla también manifestó su preocupación por el cambio climático y declaró que las perspectivas son bastante pesimistas, “si no hay cambios bruscos registraremos cifras muy superiores a las pactadas en los acuerdos de París, que tendrán como consecuencias migraciones climáticas, la hambruna y una drástica subida del nivel del mar”.
Ambos ponentes hablaron también sobre la desglobalización y coincidieron en que una de las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha sido que los países europeos se han dado cuenta de que no pueden depender de otros países para la producción de ciertos materias primas, por lo que sería conveniente fabricarlos en Europa aunque esto tenga como consecuencia un encarecimiento de los precios.