La Virgen de Oca vuelve a su ermita
Los vecinos de Villafranca Montes de Oca han vuelto a la ermita de Oca con la imagen de la Virgen de Oca a la que acompañaban los Danzantes en procesión.
Villafranca Montes de Oca vuelve a disfrutar de las fiestas en honor a su patrona, la Virgen de Oca. Unos días intensos, llenos de actividades para todas las edades, en los que han podido disfrutar y olvidar los problemas, las preocupaciones y como no, el coronavirus.
Si el viernes comenzaba el programa festivo con la proclamación de Maj@s Aucenses, bolos y bailes, el sábado se continuaba con actos religiosos, campeonatos de tuta, disfraces, y más música y bailes.
Pero es el domingo cuando a los vecinos de Villafranca Montes de Oca y de todos los que allí se acercan estos días sienten algo especial. Es el día en el que la imagen de la Virgen de Oca (una réplica), abandona en procesión la iglesia de Santiago Apóstol llegar a su ermita, la ermita de la Virgen de Oca. La Virgen no va sola en esta procesión, si no que va acompañada de los «Danzadores», jóvenes que bailan a la Virgen a lo largo de toda la procesión. En cuanto a la misa, ha sido oficiada por el Obispo de Perú ya jubilado Isidro Barrio, natural de Villafranca Montes de Oca.
Los danzantes van vestidos con pololos, enaguas, banda cruzada al pecho y pañuelo alrededor de la cabeza; estos interpretan entradillas y seguidillas. Después de la misa los danzantes interpretan, dirigido por el cachiburrio, cinco piezas recuperadas en 1992: Las ovejitas, La Garibaldina, La marcha real, La amasadera y Los oficios.
Los «Danzadores» de Villafranca Montes de Oca lo conforman un grupo de 15 mayores y una veintena de pequeños, de edades comprendidas entre los 3 y los 23 años, lo que indica que la tradición continúa, algo de lo que está muy orgulloso Sergio Barrio, miembro de la Asociación Auca, y que se emociona al hablar de esta tradición y de cómo se transite de padres a hijos. Parte fundamental de esta tradición ha sido la incorporación de las mujeres como «Danzadoras» y que en la actualidad, son una parte muy importante en el número de miembros de este grupo de baile tradicional. «Para mí es un orgullo verles hacer lo que yo hacía, al igual que lo está mi padre, que me vio a mí», reconoce Sergio, que afirma que «es una cadena que no puede parar y agradezco a los padres que llevan a sus hijos para que se unan a los Danzadores».
Desde la Asociación Auca, que cuenta con unos 300 socios, se quiere hacer de Villafranca Montes de Oca un lugar en el que se vuelva al hacer actividades todos los meses, intentando dar vida todos los fines de semana. De hecho, y para este mes de agosto, se ha confeccionado un amplio programa de actividades, talleres o excursiones para que estar en Villafranca sea de lo más atractivo.
Nicolás Solórzano, alcalde de Villafranca Montes de Oca señalaba que se vuelve a la normalidad con muchas ganas, se recupera la procesión y la comida en la campa de la ermita a la que han asistido más de 200 personas.
En cuanto a las fiestas, han transcurrido con normalidad, sin incidencias que es lo importante y con niños para los que el recuerdo de las fiestas casi no existe «porque son pequeños y apenas recuerdan lo que vivieron hace un par de años».
En cuanto al verano «ha cambiado mucho, antes los niños venían en julio con los abuelos, los padres en agosto y se volvían en septiembre. Ahora se siguen arreglando casas, pero vienen 10 o 15 días» señala Solórzano, aunque comenta con orgullo, que se han arreglado 4 casas y en tres de ellas ya viven de forma continua y empadronados, uno de ellos un niño.
Nicolás Solórzano sería partidario de que las administraciones construyeran cinco casas para gente que trabaje en la localidad, y si esto funciona, se podrían hacer otras cinco porque «no necesitamos urbanizaciones de 200 viviendas».
Enhorabuena para todos, hacéis entre todos que sigan las tradiciones y nos alegrais el día, cuando compartís todos los eventos con las personas uno podemos acudir en persona a las fiestas, pero siempre están en nuestro corazón. Gracias