PepsiCo, patrocinador de las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2022
La empresa PepsiCo será también una de las grandes patrocinadoras de los Sampedros de 2022
La concejala de Festejos del Ayuntamiento de Burgos, Blanca Carpintero, ha presentado junto a al responsable de Logística Primaria de PepsiCo, Ángel Valín y el director de la planta de PepsiCo en Burgos, Raúl Vega, el convenio de colaboración que han alcanzado esta empresa y el Consistorio para el patrocinio de las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2022. También les ha acompañado Fernando de la Varga, presidente de la Federación de Hostelería de Burgos.
La edil ha querido poner en valor y agradecer el esfuerzo que ha hecho PepsiCo en esta colaboración para la vuelta de las fiestas presenciales de la ciudad «para que todos los ciudadanos puedan retomar la normalidad y ellos han querido ser partícipes para posibilitar que los eventos culturales, festivos y musicales programados desde el Ayuntamiento sean posibles». Concretamente, Carpintero se ha referido al espacio del parque de Venerables, donde se podrá disfrutar de Músicas de Raíz, un ciclo dedicado a la música de base folclórica o étnica, música folk que abarca desde los estilos más tradicionales a los más renovados.
Ángel ha destacado la labor de la fábrica de PepsiCo en Burgos desde 1971 así como la de las familias que trabajan en ella y ha celebrado la colaboración entre el Ayuntamiento de Burgos y PepsiCo. «El estar metidos de lleno en el programa de fiestas y en las actividades con las que colaboramos, donde está la gente joven, es un orgullo», ha afirmado.
De la Varga, presidente de la Federación de Hostelería de Burgos, ha puesto de relevancia todas las familias que trabajan en esta factoría, y ha deseado «que se vean representadas en las fiestas con su hacer diario». También ha querido hacer un llamamiento a la ciudadanía para que en estas fiestas «se pueda convivir en las calles con prudencia, con un consumo moderado» y condenando la violencia callejera acontecida en los últimos días, centrándose en el disfrute de las mismas tras dos años en los que no han podido celebrarse.