Arroyo lamenta que Vox se escude “en mentiras” para justificar su negativa a dignificar el trabajo de los empleados eventuales de los grupos municipales

La portavoz de Podemos en el Ayuntamiento critica con dureza las palabras del edil de ultraderecha: “o no se ha enterado de nada de lo que se ha dicho en las reuniones o miente descaradamente” / “Hemos realizado diferentes propuestas en el Reglamento de Funcionamiento del Pleno, muchas de ellas relacionadas con la dignificación del trabajo de los empleados eventuales”

La portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Burgos, Marga Arroyo, ha criticado esta mañana con dureza las palabras que Ángel Martín, de Vox, realizó el viernes acusando a la formación morada de establecer líneas rojas y querer duplicar el gasto político del Ayuntamiento de Burgos. Arroyo, muy molesta, ha señalado que el portavoz de la ultraderecha en el Consistorio “o no se ha enterado de nada de lo que se ha hablado en las reuniones mantenidas hasta la fecha o miente descaradamente”, ha asegurado.

Según recogen diversos medios de comunicación, Martín afirmó el pasado viernes que su formación había abandonado las negociaciones que se están manteniendo para modificar el Reglamento del Pleno ante la imposición de Podemos de ampliar el número de trabajadores administrativos de los grupos. Y aseguró que la propuesta realizada por Marga Arroyo era una “línea roja”.

Arroyo, de forma tajante, niega estos extremos. “En primer lugar hay que decir que el único que en esas reuniones ha impuesto una línea roja es Ángel Martín en nombre de Vox, ya que se ha negado a modificar el artículo 29 (relativo a medios materiales y personales de los grupos políticos) y no ha aceptado ninguna de las diferentes proposiciones realizadas”, ha aseverado. “En segundo, no sé cuál es la forma que tienen los señores de Vox de realizar los cálculos, puesto que la propuesta que realizó Podemos implicaba en una corporación como la actual ampliar en 1,25 las jornadas de trabajadores eventuales con el objetivo de que la administración sea ejemplarizante en la dignificación de la contratación detrayendo esa cuantía de la asignación de los grupos” para que no suponga gastos extra.

Desde el inicio de las negociaciones para redactar el nuevo Reglamento de Funcionamiento del Pleno “hemos defendido la dignidad de las condiciones de los empleados eventuales que tienen asignados los grupos municipales”, ha argumentado Marga Arroyo. “El actual establece que por cada cuatro concejales se otorgue a los grupos la posibilidad de disponer de un trabajador. Esto implica que, en la actualidad, haya grupos que tengan un empleado a media jornada, y que haya en estos momentos una trabajadora con un cuarto”, ha explicado. “La realidad –ha añadido-, y eso lo sabe perfectamente el señor Martín porque su grupo tiene un empleado a media jornada, es que los eventuales de los grupos minoritarios acaban realizando varias horas más de las que tienen reconocidas, y que es indigno que una administración pública ofrezca puestos de trabajo de un 25 por ciento de jornada o en los que es necesario hacer horas extras”, ha defendido Arroyo.

“Por ello -ha expresado-, nuestra propuesta inicial era garantizar que todos los grupos municipales (para disponer de grupo hay que tener al menos dos concejales) tuvieran un empleado a jornada completa y que a partir de ahí se estableciera la proporcionalidad adecuada, garantizando siempre que estos contratos sean al menos de media jornada”, ha dicho. “Nada ni siquiera cercano –ha remarcado- a la posibilidad de que por cada dos concejales corresponda un trabajador como dijo el señor de Vox”, ha apuntado Arroyo.

¿Por qué Vox abandona las reuniones?

El pasado jueves se produjo una nueva reunión de negociación del articulado del Reglamento de Funcionamiento del Pleno en la que no estuvo presente Vox, que argumentó su ausencia la jornada previa en su desacuerdo con la modificación del citado artículo 29. Dijo la ultraderecha que se debía a que Podemos había marcado una línea roja y tanto PSOE como Ciudadanos lo habían asumido. “La realidad es bien distinta –ha reseñado Arroyo-. Hemos ofrecido reducir la asignación económica de los grupos para compensar e incluso hemos hablado de establecer un trabajador por cada tres concejales en vez de cada cuatro… diferentes formas de garantizar la dignidad que los empleados de los grupos merecen, pero es Vox quien no se ha movido un ápice. Es Vox quien ha establecido líneas rojas”, ha explicado.

Para Marga Arroyo es evidente que Vox “quería abandonar las reuniones, quería encontrar una excusa para no negociar nada con el resto de grupos municipales y, como el ambiente general de las sesiones es de colaboración y el objetivo de Vox es confrontar y destruir, han optado por inventarse lo que se habla dentro y culpar a Podemos inventándose lo que hemos hablado”, ha dicho. “Es más, el alcalde, buscando desencallar la situación, remitió una propuesta de artículo 29 que dejaba todo abierto –lo que demuestra, además, que es falso que el bipartito haya asumido la propuesta de Podemos que Vox se inventó-, que no establecía nada definitivo y mientras Podemos se mostró dispuesto a aceptarlo para adelantar en la aprobación del Reglamento, fue Vox quien abandonó las negociaciones”.

“Vox habla en el Ayuntamiento de Burgos de gasto político por aumentar en 1,25 trabajadores eventuales, lo que supone para el Ayuntamiento un gasto menor que el de un concejal liberado. Pero cuando Vox ha accedido por primera vez a un gobierno, el de Castilla y León, ha batido el récord de altos cargos con más de cien, ha disparado el gasto público a un récord histórico a pesar de reducir los recursos personales y materiales a los grupos minoritarios e incluso ha puesto a un vicepresidente sin atribuciones y con tres asesores personales”, ha recordado. “Vox no quiere reducir el gasto político, Vox lo que quiere es acallar a quienes no piensan como ellos aunque sea mintiendo”, ha aclarado Marga Arroyo.

Para Podemos esta “polémica inventada” no pone sino de manifiesto “la forma en la que Vox ve a los trabajadores. En realidad no les importan ni sus derechos ni su dignidad, como demuestra que hayan votado en contra de la ‘Ley rider’, de los ERTEs debidos a la pandemia, que se opongan a la subida del Salario Mínimo Interprofesional o que se muestren contrarios a una reforma laboral consensuada con patronal y sindicatos que por primera vez recupera derechos para los trabajadores”, ha concluido.