Burgos Alimenta participa en la V edición de la Feria de Hostelería y Restauración HORECA Baleares
Productores y empresas del sector de la alimentación se han dado cita de lunes a miércoles, en un momento en el que la gastronomía se toma a sí misma la temperatura. Burgos Alimenta ha participado este año con siete empresas.
Por cuarto año consecutivo, Burgos Alimenta vuela a Palma para participar en una de las citas imprescindibles del canal HORECA. Un momento para medir el pulso del mercado balear con respecto a los vinos y el sector de los espirituosos burgaleses, en una de las ferias emblema. El Recinto Ferial Palma Arena ha sido punto de interacción entre los profesionales del sector y su público, el real y el potencial, en paralelo a las posibles sinergias entre los representantes de organizaciones hosteleras, restauración y catering.
Siete empresas han representado en Palma estos días a la provincia de Burgos: Lagar de Isilla (Aranda de Duero), Bodegas Ismael Arroyo – ValSotillo (Sotillo de la Ribera), Bodegas Casajús (Quintana del Pidio), Licores Casajús y Dominio Basconcillos (ambas de Burgos capital), Enológica Wamba (Pampliega), y Bodegas y Viñedos del Linaje Garsea (Castrillo de la Vega).
Lagar de Isilla, bodega perteneciente a la D.O. Ribera del Duero, lleva los cuatro años presente en el stand de Burgos Alimenta de Mallorca. Su Director Comercial, José García, cuenta que el paragüas de la Diputación es clave a la hora de facilitar a las bodegas burgalesas salir a otros mercados nacionales. “Es una buena oportunidad para aprovechar estas fechas de cara a ver a nuestros distribuidores aquí. También se nos va conociendo en Palma y eso es fruto del esfuerzo de todo un año. Ferias como ésta nos acercan a clientes no solo reales, también los potenciales dentro de la hostelería, a los que por nosotros mismos no llegamos”.
Para Enológica Wamba, el mercado balear supone un 40% de su facturación. Alfonso Sicilia es su socio director. “Nuestra línea de vinos frikis, sin intervención, que sacamos hace años, tiene mucha aceptación en Palma de Mallorca. Este es para nosotros un test muy bueno, ya que a los extranjeros que viven aquí les gustan mucho nuestros vinos y eso es reflejo de cómo respira para nosotros el norte de Europa, donde tenemos un mercado consolidado.” Para Sicilia, la rentabilidad de ferias como HORECA Baleares se mide sin duda en valores intangibles. “Esta es una plaza para hacer contactos, la gente se sorprende con nuestros vinos, aunque la rentabilidad tangible no sea inmediata, ya que esa hay que trabajarla después de la feria”.
En la bodega ribereña Linaje Garsea, ven el sector HORECA como un mercado prometedor. Juan García Rodríguez es su director de exportaciones. “Estamos viendo bastante afluencia, por Mallorca pasa mucho turismo internacional, donde el consumo de vino es elevado. Para nosotros es clave lograr aquí un buen posicionamiento de marca a nivel internacional, aunque también queremos materializarlo en un aumento palpable de la demanda. Eso significará que avanzamos en la buena dirección. Ferias como ésta nos ayudan a mostrar la trazabilidad de nuestros vinos y ese trato cercano fideliza mucho”. Linaje Garsea acude a HORECA Baleares con dos objetivos: apoyar a su distribuidor en la zona para incrementar las ventas de su marca bandera, Linaje Garsea, su vino de gama media que supone un 75% de la facturación nacional. Y en segundo lugar, ir insertando sus vinos de gama alta. “Y encontrar con ellos a ese cliente con mayor poder adquisitivo, más gurú, más exigente, un Ribera pero con modelos de vinificación diferentes”.
Pero no solo de bodegas vinícolas se nutre esta feria. La representación líquida de Burgos Alimenta en Palma de Mallorca se cierra con la presencia de Licores Casajús. “Hemos visto un interés general del público por nuestro licor de arroz con leche. Especialmente de gente particular y de escuelas de hostelería. Este es un primer contacto para nosotros en el mercado balear, donde, aún así, observamos que en la planta hotelera la política en cuanto a licores es de precio y costes bajos. En nuestra opinión, los productos de calidad tienen un recorrido más lento. Sin embargo, queremos observar muy bien, sacar conclusiones, porque al final la rentabilidad aparece a futuro, con un contacto que no esperas, o con un nuevo cliente. No se ve, pero a la larga, deja poso”. Que siga la vida, las ferias y que continúe el art de vivre de la buena tierra burgalesa.