La Policía Nacional de Burgos identifica a los presuntos autores de una estafa de más de 2.000 euros tras hurtar la cartera de la víctima
La víctima acababa de usar su tarjeta de crédito en un centro comercial, y sin percatarse de ello, los autores pudieron ver la clave
Posteriormente mientras guardaba la compra en el maletero del coche uno de los autores atrajo su atención, para facilitar que el otro cómplice le sustrajera la cartera del interior del bolso depositado sobre los asientos
La Policía Nacional de Burgos ha identificado a dos varones de 49 y 45 años como presuntos autores de una estafa valorada en más de 2.000 euros cometida tras hurtar previamente la cartera de la víctima en un centro comercial. El pasado mes de agosto la Comisaría Provincial recibió la denuncia de una vecina de la ciudad en la que informaba de la pérdida de una cartera, conteniendo documentación personal y tarjetas de crédito del interior de su bolso. Unos días más tarde y, a pesar de haber dado de baja las tarjetas, comprobó que habían extraído dinero de una de sus cuentas bancarias por importe de 1.000 euros. También se habían realizado pagos por otra cantidad similar, sin su consentimiento, y con una de las tarjetas denunciadas.
Una vez se tuvo conocimiento de estos hechos se inició la investigación donde se comprobó que, aunque en un primer momento la denunciante creía haber perdido la cartera, en realidad no se trataba de una pérdida sino de un hurto al descuido cometido en el parking del centro comercial donde acababa de realizar unas compras. Así, mientras guardaba la compra en el maletero del coche uno de los autores atrajo su atención para facilitar que el otro cómplice le sustrajera la cartera del interior del bolso depositado sobre los asientos.
Al parecer dos varones muy corpulentos la habían observado previamente mientras pagaba con la tarjeta en la línea de cajas, donde pudieron obtener la clave durante el pago realizado por la víctima.
Del mismo modo los investigadores obtuvieron imágenes de los autores en el momento de realizar las extracciones de efectivo y de alguno de los pagos realizados con la tarjeta sustraída, hechos sucedidos con gran inmediatez temporal para lucrarse antes de que las tarjetas fueran bloqueadas por el banco una vez fuera alertado por la perjudicada.