Vecinos de un inmueble alertados por la gran cantidad de sangre encontrada en el ascensor
Agentes de la Policía Local y Policía Nacional de Burgos colaboran para lograr esclarecer un extraño suceso, ocurrido en una comunidad de vecinos de la calle Enebro.
Los hechos tuvieron lugar la tarde noche de ayer cuando sobre las 22:00 horas se reciben varios avisos en la sala de comunicaciones 112-092, en los que se detalla la aparición de manchas de sangre en varias estancias de un edificio. Fueron muchos los vecinos del número 4 de la calle Enebro que temieron la consumación de una desgracia, a tenor de la gran cantidad de sangre que se encontró en el ascensor y en el garaje.
El rastro llevó a los agentes hasta el domicilio y tras varias llamadas infructuosas y temiendo la comisión de un fragrante delito o un accidente sanitario grave, proceden a forzar la puerta de entrada y acceder al interior de la vivienda. Ya dentro, el rastro de sangre les conduce a la cocina donde aprecian una puerta acristalada rota, pero no encuentran a nadie en su interior.
A través de la base de datos que los agentes de Policía Local disponen, logran dar con la identidad de los moradores y, lo que es más importante, el vehículo con el que supuestamente han abandonado el garaje.
La búsqueda se alargó hasta la una de la madrugada del sábado cuando, tras recibir otra llamada al teléfono de emergencias, los agentes son informados de un vehículo que coincide con el que se encuentra en búsqueda, estacionado de manera sospechosa en la calle Condado de Treviño, en el polígono industrial de Villalonquéjar.
Varias patrulla se dirigen al lugar y encuentran a un varón ensangrentado, somnoliento y con el motor arrancado. Interesados por su estado pueden apreciar un gran corte en un dedo de la mano derecha, por lo que de inmediato activan un servicio sanitario en el lugar.
Preguntado por lo sucedido en el domicilio, manifiesta que ha golpeado de manera voluntaria un cristal de la cocina, fruto de unas desavenencias conyugales.
Antes de ser trasladado a urgencias del HUBU, y al encontrarse bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas, es informado que en virtud de la Ordenanza Municipal de la Grúa y de manera preventiva, el vehículo va a ser retirado a depósito, pudiendo retirarlo una vez cesen las causas que provocaron la inmovilización.
Por otro lado, varias dotaciones localizan a la pareja sentimental de L. W. V de 35 años, que corrobora lo dicho por éste, estando tranquila y sin apreciar signos de violencia física. Por lo que los agentes no aprecian, en su manifestación, ningún síntoma que pueda hacer pensar lo contrario.