ITCL lidera un proyecto para minimizar riesgos en la conducción en conductores profesionales
La nueva herramienta monitorizará y evaluará el rendimiento de la conducción, la carga cognitiva, la fatiga física, y el tiempo de reacción
Más del 50% de los conductores de larga distancia se han quedado dormidos al volante en algún momento de su vida profesional.
ITCL Centro Tecnológico lidera un proyecto europeo que busca reducir los riesgos en la conducción en conductores profesionales. Para ello, trabajará en los próximos meses en una nueva herramienta capaz de monitorizar y evaluar el rendimiento de la conducción, la carga cognitiva, la fatiga física, y el tiempo de reacción. Un proyecto enmarcado en el Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea que cuenta con un montante de más de 3,4 millones de euros en el que participan socios de España, Italia, Suecia, Italia, Alemania, Irlanda, Francia y Turquía.
Enfocado a conductores profesionales- entre los que pueden englobarse profesiones como camioneros, conductores de autobuses y taxistas-’FitDrive’ pone el enfoque en el principal factor en accidentes de conductores profesionales: el cansancio y la fatiga. Así, el proyecto identificará distintos roles de conductores profesionales para analizar las causas que pueden afectar a la conducción y a su día a día.
Los resultados de varias encuestas en todo el mundo muestran que más del 50% de los conductores de larga distancia se han quedado dormidos al volante en algún momento de su vida profesional.
El proyecto generará y validará una nueva herramienta para monitorear y evaluar el rendimiento de conducción, la carga cognitiva, la fatiga física y el tiempo de reacción. El sistema creará modelos neurofisiológicos capaces de detectar la aparición de un estado físico anormal en los conductores, basados en datos obtenidos de dispositivos IoT durante el trabajo y las actividades de conducción, inteligencia a bordo y tacógrafos inteligentes.
Los modelos de inteligencia artificial asociarán diferentes tipos de comportamiento anormal para poder detectar primeros indicios de ello y avisar a tiempo; y un sistema basado en la nube comunicará al conductor, a las patrullas policiales y a sistemas inteligentes de transporte (ITS) la información necesaria para mejorar la seguridad vial.
Las drogas y el alcohol también tienen el potencial de afectar negativamente las habilidades de conducción; el proyecto también desarrollará métodos de detección para detectar nuevos medicamentos y reducir el tiempo necesario para las pruebas.
Conductores profesionales y fatiga
Conducir un automóvil es una tarea compleja y dinámica y existe una amplia gama de condiciones que afectan temporalmente la capacidad de conducir de manera segura. Los conductores profesionales se ven particularmente afectados por la fatiga. El principal efecto de ésta es una disminución gradual de la atención de la carretera, lo que produce una disminución en el rendimiento de conducción.
“Se sabe que la fatiga en este tipo de profesionales es uno de los principales factores de accidentabilidad”, explica Marteyn Van Gasteren, responsable de FitDrive en ITCL. Una realidad relacionada-especialmente en el caso de los camioneros- por jornadas en cabina de día y noche, una alimentación en tránsito y poca desconexión de su puesto de trabajo. “Están día y noche en el camión y se cree que eso afecta a su conducción porque se descansa en unas condiciones diferentes”, incide el coordinador.
Análisis y pruebas piloto
Para poder analizar el comportamiento de estos profesionales al volante, ‘FitDrive’ trabajará con una asociación de transportistas irlandesa con la que evaluará algunos de los aspectos anteriormente señalados.
En concreto, las pruebas pretenden monitorizar y medir la actividad cerebral de cada conductor para analizar la carga de trabajo, los niveles de estrés, fatiga o descanso. Será posible gracias al uso de sensores, relojes inteligentes y una diadema capaz de medir la actividad cerebral resultante del proyecto europeo ‘Mindtooth’.
Asimismo, se llevarán a cabo pruebas pilotos en los laboratorios de simulación de conducción en ITCL y en la Universidad Sapienza de Roma, seguido por pilotos con vehículos en circuitos y carreteras en España, Irlanda e Italia.