LA VUELTA 21. GLORIA PARA TAARAMÄE EN PICÓN BLANCO
Fotos Unipublic / Photogomez Sport)
El estonio Rein Taaramäe (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux) tocó la gloria en Picón Blanco al ser el más fuerte de los escapados para anotarse su segunda victoria en La Vuelta diez años después de ganar en La Farrapona, que entonces se subía también por vez primera en la carrera. No sólo se llevó un triunfo de prestigio, sino que además se enfundó La Roja como nuevo líder de la carrera con 25” sobre Kenny Elissonde (Trek-Segafredo), otro de los protagonistas del día, y 30” sobre Primoz Roglic (Jumbo-Visma).
La etapa se mantuvo relativamente calmada hasta que al paso por Salas (km 14) se conformó la fuga del día, con Tobias Bayer (Alpecin-Fenix), Julen Amézqueta (Caja Rural-Seguros RGA), Antonio Jesús Soto (Euskaltel-Euskadi), Rein Taaramäe (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux) y Joe Dombrowski (UAE Team Emirates) en un primer momento, a los que enseguida se sumaron Lilian Calmejane (Ag2r-Citroën Team), Jetse Bol (Burgos-BH) –con ello estaban representados como el día anterior los tres equipos españoles invitados– y Kenny Elissonde (Trek-Segafredo). Este escalador francés fue, por cierto, el primero en cruzar la cima del primero de los altos puntuables, el Puerto del Banquillo (km 39,2).
La ventaja de la escapada empezó a aumentar de forma lenta pero segura tras el alto, alcanzando una renta máxima de 9’04” en el km 139. En todo momento, Jumbo-Visma tiraba por detrás sin excesivo interés en frustrar el sueño de los aventureros, decididos los holandeses a brindarles la posibilidad de disputarse el liderato además del triunfo parcial. Toda la gloria.
Sin más novedad, los ocho valientes encararon el Alto de Bocos, donde el austriaco Tobias Bayer (Alpecin-Fenix) se hacía con 3 segundos mientras el pelotón empezaba a acechar a los fugados, ya con sólo cuatro minutos y medio. El entendimiento en el grupo destacado se quebró con el ataque de Lilian Calmejane, que anduvo en vanguardia unos kilómetros, aunque luego se formaría un quinteto y de ahí un trío con Rein Taaramäe, Joe Dombrowski y Kenny Elissonde, hasta que el estonio demarró por dos veces hasta soltar a sus acompañantes y lanzarse hacia la gloria de antaño.
Por detrás, Bahrain preparó el ataque de Mikel Landa aunque finalmente fue Enric Mas quien logró anticiparse al resto de favoritos y arañar unos segundos que le dejan quinto en la general justo por detrás de Roglic.
Taaramäe: «Soñé con liderar una Grande»
Rein Taaramäe (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux): “Tengo un director deportivo muy inteligente, Valerio Piva, y ayer hablamos sobre intentar ganar la etapa y tomar el maillot de líder. Hoy he creído mucho en mí mismo porque estoy en buena forma. Se trataba de que el pelotón nos atrapara o no. Cuando vi que íbamos a hacerlo, me preguntaba cómo de buenos serían Joe Dombrowski y Kenny Elissonde. Los otros también fueron muy buenos, pero sé que Joe y Kenny son de gran calidad. Pero yo creí en mí mismo, porque ya los vencí. Cuando gané una etapa en el Giro (2016), Joe fue tercero. Y ahora estábamos luchando entre nosotros de nuevo. Es enorme [liderar La Vuelta] porque tengo 34 años y no me quedan muchos. Había ganado una etapa en La Vuelta, en el Giro, pero soñaba con liderar una Grande, poder disfrutar del maillot al menos unos días y sentir cómo es. Estuve cerca en el Giro cuando Dombrowski ganó la etapa 4. Estoy muy, muy feliz de haberlo hecho hoy».
Philipsen: “Ahorramos energía para mañana”
Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix): “Fue genial correr vestido de verde aunque no te miras a ti mismo, así que no puedes verlo. Ha sido un día largo sobre la bicicleta y el final ha sido bastante duro. Tuvimos suerte de poder tomarnos las cosas con calma y terminar a tiempo mientras ahorramos energía para el sprint de mañana».
