La V edición de los Campamentos de Ocio Urbano afronta su recta final
El campamento, que dio comienzo la semana pasada, afronta esta semana su recta final. Ofrece una diversa lista de actividades de ocio para favorecer la convivencia entre niños con y sin discapacidad
La concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, ha visitado esta mañana la quinta edición de los Campamentos de Ocio Urbano de Burgos. La edil se ha acercado hasta las inmediaciones del castillo para poder participar con el grupo, donde se encontraban los niños realizando diferentes actividades. Este campamento esta organizado por la Fundación Aspanias, en colaboración con el Ayuntamiento de Burgos.
El campamento afronta su ultima semana con el segundo turno de actividades. Durante las dos semanas, un total de 25 niños han podido disfrutar de las diversas actividades del campamento. Se trata de niños entre 6 y 12 años, aunque se puede superar esta edad en casos excepcionales.
El campamento ofrece una alternativa de ocio inclusivo para niños con discapacidad o sin ella, ya que trata de garantizar una alternativa de convivencia en la que se den las dos situaciones. «Pretendemos dar una alternativa de conciliación de la vida familiar y laboral y favorecer la igualdad» ha indicado Rodríguez.
Favorecer la convivencia
Estos campamentos favorecen la socialización y maduración de los niños en entornos de convivencia. De esta manera, se propone una alternativa que permite a los niños, desde las 10 de la mañana hasta la 7 de la tarde, practicar esa convivencia y vivir esos momentos con distintas actividades y en distintos lugares. «Han ido a la piscina, a la roca a realizar diversos deportes, excursiones por la ciudad…» ha explicado la concejala.
La oferta que ofrece el campamento es especial y especifica para dar una alternativa a niños con pluridiscapacidad o discapacidades especiales. Además, las condiciones mejoran este año ya que, el año pasado las condiciones de la pandemia dificultaron su realización, que se limito a una semana. Se han mantenido las actividades de prevención, con un limite de participantes por turno y con actividades en el exterior.
«Los niños disfrutan muchísimo de las actividades, conocen niños que en otros entornos no coincidirían, disfrutan de esa oportunidad y los niños sin discapacidad aprenden a vivir con personas diversas y les supone un enriquecimiento personal» ha asegurado Rodríguez.