San Antón llega con frío pero sin titos
El coronavirus ha impedido el reparto de los titos, aunque se mantienen los actos religiosos.
El 2021 ha roto la tradición de los titos. El coronavirus ha hecho que este año la Cofradía de San Antón no haya podido elaborar los titos ni repartir las más de 20.000 raciones que cada año elabora.
Esta tradición, que hace que se formen colas de incondicionales desde primera hora de la mañana en las inmediaciones de la sede de la Cofradía, ha sido suspendida, y los actos se centran en la celebración religiosa en la iglesia de La Antigua.
Cada año, la cofradía elabora más de 2.200 kilos de titos a los que se suman ajos, pimentón, aceite, laurel, cebolla o sal, en una tradición que se remonta al año 1.502.
Para quien no conozca la tradición, puede parecer extraño que durante varias horas se aguanten colas con lluvia, frío, sol o nieve. Pero es que el tradicional reparto de los titos constituye una de las tradiciones más añejas del barrio burgalés, y que todos los 17 de enero el pueblo se da cita para conseguir, cazuela en mano, una ración de esta rara legumbre. Todos los años menos este.
Tradición centenaria
Esta tradición se pierde en los orígenes del Camino de Santiago, vía de costumbres hospitalarias en la que era necesario alimentar y cobijar al peregrino. Cuando éste llegaba a las inmediaciones de la Iglesia Real y Antigua de Gamonal, podía comer, desde 1502, fecha de creación de la cofradía, una cazuela de habas que más tarde fueron los actuales titos, un producto raro que en la actualidad tan sólo se cultiva para dar cobertura a esta fiesta.