La hostelería burgalesa toma las calles y reclama a la Junta de Castilla y León soluciones inmediatas
El colectivo ha afirmado sentirse humillado por las administraciones públicas, abandonados a su suerte y olvidados en un rincón. Denuncian que toda la hostelería burgalesa «navega a la deriva por las orillas del Arlanzón»
Más de mil personas han participado esta mañana en la manifestación de la hostelería, que ha salido desde la iglesia Real y Antigua de Gamonal hasta la delegación territorial de la Junta de Castilla y León de Burgos. Se han reunido 337 establecimientos hosteleros, 82 empresas de distribución, taxistas, comerciantes además de diversos colectivos de diferentes sectores, como la Asociación de Sumilleres de Burgos o las agencias de viajes, quienes han apoyado esta manifestación convocada por la hostelería burgalesa.
Ricardo Temiño, propietario de «La Fábrica Restaurante» de Burgos, ha sido encargado de leer el manifiesto de los hosteleros burgaleses. En él han condenado no poder abrir sus negocios, o en el mejor de los casos, «tener que hacerlo en unas condiciones inhumanas e imposibles de ser consideradas como las mínimas» para sacar adelante sus empresas. Temiño ha pedido también a todos los compañeros, hosteleros, autónomos y amigos un aplauso para «aquellos que se han quedado en el camino».
Los hosteleros han reivindicado en voz alta «el orgullo de ser hostelero» y han exigido a la Junta de Castilla y León y al resto de autoridades que de manera inmediata desde hoy «finalice el olvido y la humillación» al que se han visto sometidos y que se les deje trabajar. «Trabajar en unas condiciones dignas, que permitan garantizar la viabilidad económica de nuestros establecimientos hosteleros y los de todos nuestros proveedores, distribuidores y repartidores, siempre, respetando la salud y los derechos de todos nuestros clientes a disfrutar de su ocio, en un entorno seguro y controlado como el que ofrece, desde el primer día, la hostelería burgalesa».
Han denunciado que las decisiones de la Junta de Castilla y León han hecho que hosteleros de toda la vida hayan tenido que cerrar sus puertas por no poder aguantar la presión «de una clase política que promete ayudas que no llegan que siguen cobrando sus salarios mientras los demás no ingresamos nada». «No podemos trabajar con tantas restricciones, ni podemos aceptar las decisiones del presidente Mañueco, ni del vicepresidente Igea, cuando comprobamos que en la Comunidad de Madrid no se ha obligado a cerrar la hostelería en ningún momento», criticaban.
«La hostelería no genera el virus, ni su actividad fomenta los contagios, pero nos estamos muriendo», señalaban. Han incidido en que funcionar únicamente con las terrazas no es ninguna solución, de la misma forma que lo es no permitir el consumo en el interior de los establecimientos, prohibir el consumo en barra o tener que cerrar antes de las 12 de la noche. Denuncian que, con los establecimientos cerrados antes de la media noche, los restaurantes no pueden dar sus cenas, al igual que cerrar a esa hora impide que los bares de noche y discotecas puedan trabajar.
De la misma forma se han preguntado dónde están las ayudas prometidas «que están llenas de exigencias y requisitos», ya que han dejado fuera de las mismas a un porcentaje muy alto de la hostelería. «Nuestros políticos han demostrado que lo único que saben hacer es dar palos de ciego, exigirnos el pago de impuestos y cerrar nuestros bares».
La manifestación ha seguido las normas de higiene y seguridad, siendo controladas las distancias por unas 40 personas encargadas.