Julián Rasero firma un año más con el UBU San Pablo
El pivote y central defensivo, con amplia experiencia en la División de Honor Plata, será una pieza clave en el estreno del conjunto cidiano en la categoría
El Club Balonmano Burgos renueva a uno de los pilares fundamentales de su muralla defensiva. Julián Rasero seguirá un año más vinculado a la disciplina rojinegra en un año en el que su experiencia será de vital importancia para el éxito de los cidianos en División de Honor Plata.
La plantilla del UBU San Pablo para la temporada 2020/2021 tiene cada vez una forma más definida. Con la de ‘Juli’ son ya 10 las renovaciones de jugadores para el próximo curso, que se suman a las dos incorporaciones con las que cuenta hasta ahora el equipo burgalés: Mile Mijuskovic y Claudio Ramos. Julián llegó la temporada pasada a El Plantío y rápidamente se convirtió en un hombre fundamental en la defensa del cuadro castellano. Con 40 años y una larga trayectoria a sus espaldas, el pacense dirige la zaga, contemporiza y aporta estabilidad en la cancha y en el vestuario. Su larga experiencia en categorías superiores marcará la diferencia en el estreno del Balonmano Burgos en DH Plata.
«La experiencia deportiva de Juli a lo largo de toda su carrera deportiva va a ser muy importante, porque nos va a dar una estabilidad muy grande», explica el técnico cidiano, Nacho González. «Para los nuevos jugadores que vayan a tener un papel importante a nivel defensivo pues él va a ser una gran ayuda», añade. El preparador reconoce que están «contentos con la renovación de un jugador esta temporada nos ha aportado mucho defensivamente». «Su experiencia nos va a dar un plus la próxima temporada», completa.
«Tengo muchas ganas de volver a jugar en División de Honor Plata», reconoce el pivote, quien vuelve a la segunda división del balonmano nacional «después de unos cuantos años sin jugar en la categoría». El extremeño destaca la importancia de reforzar la evolución del club cidiano: «El proyecto es bastante serio y se puede aspirar a que el club siga creciendo». «Venimos de que hace tres años el club estaba en Segunda (territorial) y desde entonces no se ha hecho otra cosa que ascender, ascender, ascender y mirar hacia arriba», relata «y la dinámica que hay que seguir es esa», sentencia.
Julián Rasero Hernández (Bodonal de la Sierra, Badajoz, 1980) inició su andadura en el balonmano de forma tardía. Tras probar con el tenis, siendo juvenil de segundo año decidió pasarse al 40×20. Fue en el BM Badajoz donde comienza su bagaje en juveniles y en Segunda territorial. Tras disputar el Campeonato de España Júnior ficha por el filial del Balonmano Valladolid, donde está un año. En la capital pucelana pasa un año por el Aula Cultural y dos en la UVa. Tras eso, milita durante un curso en el Villa de Aranda en DH Plata antes de volver al filial del BM Valladolid. Recala entonces en el Lábaro Toledo, en el que permanece dos temporadas en Plata. De ahí, regresa a Aranda para pasar un largo periodo: primero, un año en Segunda territorial en el BM Aranda y, después, cinco en el Villa de Aranda, tres de ellos en Plata y dos en Asobal. Tras un curso en el Atlético Valladolid (DH Plata), en el que coincide con Nacho González, y otro en el BM Nava (DH Plata) vuelve por un año a Aranda para jugar en el filial antes de incorporarse al BM Soria, en el que juega dos campañas en Primera Nacional, justo antes de llegar a Burgos.