Javier Tobar: “Las Cadenas Hoteleras, ya trabajan en posibles promociones de apertura COVID Free”.
La hostelería es una de las industrias tractoras que moviliza sectores tan diversos como el de la alimentación, mantenimiento industrial o transporte y si el sector hotelero está parado, estos sectores, también lo sufren.
Son muchas las empresas que están sufriendo esta crisis a mayor o menor escala. Uno de los sectores más perjudicados, es el sector de la restauración, hostelería y hoteles.
Javier Tobar García, socio de la Cadena Hoteles Silken, conoce bien el sector, tras años de trabajo en esta Cadena. Este burgalés, reconoce que, al cierre total de los establecimientos, se suma la tardanza para ponerlos otra vez en marcha, lo que complica más aún su situación. Las Cadenas Hoteleras, cuentan con dos tipos de establecimientos, hoteles urbanos y hoteles vacacionales y aunque la incidencia no va a ser exactamente igual, va a ser mala en ambos casos, pero reconoce, que el sector urbano “quizás lo tenga un poco mejor que el vacacional, ya que este último, depende de unos periodos de trabajo, tanto en península como en Baleares, muy estacionales y una vez finalizados, “es igual que estemos confinados o que no lo estemos”. Canarias, con una estacionalidad más favorable, puede aspirar a unos resultados algo mejores, siempre que se resuelva el problema de la conectividad. Además, Javier Tobar señala, que esta situación va a afectar a otros sectores, porque, «no dejamos de ser una industria que moviliza a otras industrias” donde, además de la mano de obra directa, son muchos los proveedores de sectores como alimentación (agricultura, ganadería, pesca), mantenimiento integral, lavandería industrial, soporte informático, consumos energéticos, muy dependientes de la actividad hotelera, y si ésta se paraliza, estos sectores, se verán tremendamente afectados. Un ejemplo, son los bodegueros, que ante la existencia de stocks pendientes de venta, a pesar de que tanto tiendas como supermercados están abiertos, al no poder dar salida a la partida prevista en hostelería, están valorando reducir la producción de uva destinada a la próxima campaña.
Y es que, esta actividad, se asemeja mucho a la construcción, pues son muchos y muy variados los sectores que son proveedores de ellos, y si las industrias “motoras”, como la hostelería, se enfrían, las auxiliares, como poco se constipan, si es que no se congelan.
Todos los hoteles de la Cadena Silken, están cerrados, aunque como señala Javier Tobar, hubo un ofrecimiento por parte de la Cadena, para colaborar como “hoteles medicalizados”, pero no se ha dado el caso. En este sentido, el hotel que primero tiene previsto su reapertura, es el hotel de Oviedo, ya que una clínica oftalmológica, que sigue funcionando, necesita el servicio del hotel para sus pacientes. El resto, seguirán todos cerrados, sin haber aún fijado fecha de apertura, y “entendemos que así seguirán, previsiblemente hasta finales de mayo”.
La temporada estival se da por perdida, y aunque los hoteles abran, “porque hay que poner un punto de partida”, el objetivo, ya nos es salvar el verano, sino el año en sí, conscientes de que afrontamos “un año a pérdidas”.
Todos los hoteles, sean o no de Cadenas, preparan la “desescalada”, sin prisa, porque “lo que está claro, es que cuando abramos la puerta, los clientes no van a estar allí, y su reincorporación,” va a ser muy lenta”. Se están tomando medidas, pero sin saber muy bien si serán las indicadas por la Dirección General de Turismo, pues aún no se ha publicado nada desde la Secretaría de Estado. Tanto la CEHAT como el ICTE están en contacto con la Administración, pero mientras tanto, las Cadenas Hoteleras siguen su propia planificación en la elaboración de protocolos en materia de higiene y seguridad en el trabajo, con el fin de dar la máxima cobertura tanto a clientes como a empleados. Todos los establecimientos se adaptarán a la normativa que finalmente se publique, pero con toda seguridad, la gran mayoría la completará con otras medidas de perfil propio. La restauración, de inicio,” no nos la van a dejar abrir, y cuando lo permitan, será con una reducción de aforo importante, que si bien en los inicios, con pocos clientes, puede no ser un impedimento, con el tiempo, la capacidad de aforo de la que se está hablando, hará inviable el funcionamiento de la mayoría de los locales de restauración.
Además de las medidas de seguridad e higiene, que permita a los hoteles ofrecer el sello de garantía COVID Free, todas las cadenas las acompañarán con promociones de las que también puedan beneficiarse los futuros clientes, propuestas que incluirán tanto descuento en tarifas, como una mayor flexibilidad en la gestión de la reserva.
A pesar de la situación complicada, Javier Tobar, cree que el sector de hoteles urbanos, ya piensa en la normalidad en el segundo semestre de 2021, que “esperemos lo consigan”, teniendo el primer objetivo en el cliente nacional, aunque habida cuenta la rica y extensa oferta hotelera de que disponemos en España, si las fronteras siguen cerradas, si no se autorizan determinas rutas aéreas, si les dicen en su país que el destino España no es seguro, si entran en pánico y esto ocasiona que no venga turismo extranjero, solo con el mercado nacional, es imposible que los hoteles alcancel el 40% de ocupación, según Javier Tobar.
Se está trabajando en campañas de marketing, para relanzar el sector, sobre todo, aquellas comunidades en las que el turismo vacacional es un sector económico importante, algo comprensible, pensando no ya en 2020 sino en 2021, no obstante, también reconoce que otra cosa serán los resultados, según el miedo que pueda tener la gente y cuando lo van a perder, “si será dentro de 3 meses, de 5 o de 2 años, este es el problema”, pues recuerda, que tras la crisis sanitaria , viene la crisis económica, siendo éste, un factor importante para el turismo, porque ¿dónde vamos con los bolsillos vacíos?, como ya ocurrió en la anterior crisis, o con miedo a gastar “por sí”, entrando por tanto en un escenario de penuria económica.
En cuanto al resto del mundo, “no todos los países, van a sufrir las mismas consecuencias, ni tienen la misma dependencia del turismo. Esto ha sido un bajón empicado y no hay razones para que perdure mucho en el tiempo, por lo que el rebote debe ser rápido y en ascenso. No se si será muy en “V”, en cualquier caso, tampoco pienso que esta crisis sea tan larga como la anterior, las circunstancias, tampoco son las mismas”.