Juan Miguel Busto:» Hay que repetir mil y una vez, la importancia de las medidas higiénicas y de confinamiento»
Juan Miguel Busto González es el alcalde de Quitanilla San García y aunque ser alcalde de un municipio es una tarea importante, su responsabilidad en estos momentos es aún mayor, ya que es el responsable del Centro de Salud de Briviesca, del que dependen cerca de 9.000 pacientes de una amplia comarca que llega a Las Caderechas, Oña, Santa María Ribarredonda o Castil de Peones. Esto hace que las impresiones que Busto tiene de esta situación sean referenciales, como alcalde y como responsable de la salud de la Bureba.
Como alcalde señala que la situación de Quintanilla San García de momento está tranquila, no hay ningún contagio y los vecinos respetan las medidas de aislamiento y cuarentena decretadas. Pero como señalaba Juan Miguel Busto, es importante que se cumplan estas medidas por parte de los vecinos, pero también es fundamental que las cumplan los que no son de la localidad, porque «si un municipio respeta y cumple el aislamiento, es importante que el resto también lo cumplan». Los vecinos son conscientes de esta situación, y aunque salgan a la calle, no se encuentran unos con otros. El uso de guantes es lógico en situaciones como cuando se va a sacar la basura, pero la mascarilla, según apuntaba Juan Miguel Busto, «es necesaria para los enfermos o presumiblemente enfermos para que no contagie a otros, así como para el que le cuida o está cerca de él para no contagiarse», y algo que no debe olvidarse, lavarse las manos ya que son «la mayor fuente de contagio».
En cuanto al mantenimiento de los servicios básicos y suministros como los de alimentación o farmacia, más aún cuando en la localidad no hay este tipo de servicios, siguen llegando estos suministros y «los vecinos acuden de una manera ordenada, sin aglomerarse, guardando las medidas higiénicas recomendadas. También van a Briviesca siempre guardando estas medidas higiénicas sin más problema. Es de reseñar que entre los vecinos «se entienden», se llaman por teléfono para los posibles encargos que puedan surgir y que la persona que va a Briviesca pueda traer algún que otro recado al vecino.
En Quintanilla San García, los vecinos tienen un grupo de whastapp con el que se comunican y están al día de lo que sucede en la localidad, cuelgan las noticias importantes, para estar al día o resolver los problemas cotidianos. Para los más mayores que están más aislados, el resto de vecinos les llama por teléfono, o se acercan a sus casas, y por las ventanas comprueban que todo está bien o si necesitan algo.
Los servicios médicos se realizan por teléfono, y el servicio de farmacia para los pacientes crónicos, también se realizan de esta manera, ya que el médico está en contacto con la farmacia que proporciona al paciente sus medicamentos.
Briviesca, 10 positivos
En Briviesca, los casos son unos 10 positivos, con 9 ingresos en el HUBU y uno en aislamiento domiciliario, pero la situación «es muy seria», como señala Juan Miguel Busto, porque «el que no veamos al virus pasar por las calles, no quiere decir que no exista, puede hacer sol y parecer que no pasa nada, pero todo esto sólo demuestra que la gente que hace caso de las recomendaciones es una gente madura, razonable, gente con criterio y la gente que sólo se fía de las apariencias es gente que crea problemas y hay que repetírselo una y mil veces, la importancia de las medidas higiénicas y de confinamiento». Los contagios se están disparando en Briviesca y hay que extremar las medidas, porque de un caso, se han pasado en tres días a 10-11 contagiados, 9 de ellos en el HUBU, aunque hay casos a los que se les manda quedarse en casa con medidas preventivas sin salir a la calle porque no hay posibilidades de hacerles el test, y que previsiblemente, un gran número de ellos serán positivos. «Estamos en curva ascendente muy peligrosa» señala Juan Miguel Busto, y «en cuanto la curva ascendente la hagamos más lenta, nos dará a todos más tiempo para infectarnos con poca cantidad de virus, con lo que la repercusión de la gravedad será bastante menor evitando el bloqueo de los hospitales» y calificaba la situación como «excepcional de un problema epidémico muy serio en medio de una actividad normal de atención a otros casos» y recuerda que en otras labores asistenciales, se trata, se opera o se pone un tratamiento, pero el atender a una persona con coronavirus, implica la desinfección total de la zona donde ha estado, el personal y usar medios de protección especial, lo que implica «tiempo, tiempo y tiempo, que en un hospital se traduce en bloqueo, bloqueo y bloqueo».
Juan Miguel Busto no entiende la «negligencia contra la salud pública» de la gente que este fin de semana pasado ha salido de viaje como si no pasara nada «es un delito contra la salud pública y es un delito, porque la gente lo ha hecho sabiendo lo que hacía y que estaba incumpliendo algo calificado como muy serio y es a éstos a los que hay que poner las cosas muy crudas porque los que hacen esto, es que no se creen lo que está pasando, son un desafío contra todas las normas comunitarias» y señalaba que lo que se dice «cuídate para cuidarnos» es textualmente verdad. Al estar saturados las unidades de UVI de los hospitales, gente que tiene que ser tratada en ellas para salir adelante, a lo mejor no va a poder ser «y le has pasado al corredor de la muerte» y es tajante, cuando alguien lo tiene que hacer y no lo hace, «reclusión a la fuerza». Espera equivocarse, pero se teme que en una semana, incluso se pueda estar planteando el «toque de queda, o nos lo tomamos totalmente en serio, o las cosas nos van a pasar por encima».
Critica la relajación de muchos, que van paseando y se paran para hablar cuando ven a un conocido, «cuando no puedes ni salir, ¿cómo te paras a hablar?» y reitera que «en esto hay que ser tremendamente serios» y advierte del peligro de que el tiempo pase y la gente se canse, y «haya que volver a reiniciarse, es un reseteo». También aconseja que no se acuda a los Centros de Salud, salvo que sea una urgencia con exploración. Se intenta que los pacientes llamen por teléfono, contacten con su médico de cabecera y sea él el que decida. Es necesario transmitir que la gente sea disciplinada y hagan caso a los profesionales, «es fundamental, es la base», recalcaba Juan Miguel Busto, porque «son estos profesionales, los que han hecho de este virus, la profesión de estos días al que se dedican en exclusiva». También se refería a todos los que por un «proceso de incapacidad del sistema» no puedan salir, no por su enfermedad, sino porque su enfermedad no ha podido ser bien tratada porque el sistema se ha saturado, es una responsabilidad colectiva tremenda, «de todos, no de ese hospital, no de ese gerente, no de ese consejero, sino de todos, del que sale a pasear tres veces al perro o cuatro a la tienda, esto es así de crudo».
En Briviesca se está intentado concienciar a la población para que extreme las medias de prevención y permanezca confinada en sus casas, y en el caso del Centro de Salud, se ha dividido en varias zonas. Una zona de Triaje, en la que se valora a los pacientes en una primera vista y que no entran al Centro de Salud. Una segunda zona donde se recibe a los pacientes con enfermedades respiratorias, sin apenas contacto con el resto del Centro de Salud y a la que se accede desde la calle y que cuenta con la máxima protección. Juan Miguel Busto recomienda a todos aquellos que tienen pendientes pruebas o analíticas, que esperen, que para estas pruebas hay tiempo, porque lo que sí que es grave es la pandemia que estamos sufriendo, un mensaje que los profesionales sanitarios lanzan reiteradamente, que «todos sean muy, muy conscientes».
La zona de influencia del Centro de Salud de Briviesca atiende a unos 9.000 habitantes en una zona muy extensa.
Todo lo dicho es fundamental y básico, para que lleguemos cuanto antes a la vida normal .
De lo contrario esto se alargará más y más. Por lo tanto cumplamos a rajatabla las medidas que todos ya sabemos ( QUEDEMONOS EN CASA)