Una sardina reivindicativa
Se acercan los carnavales y como cada año, la tradicional sardina recorrerá las calles de la ciudad para acabar siendo pasto de las llamas en la plaza de La Flora.
Pero antes de que esto ocurra, y como viene siendo habitual, con un mensaje.
La gran fiesta pagana del Carnaval concluye con la quema de la sardina de unos 150 kilos, 7 metros de larga y 3,6 de alta, después de recorrer las calles del centro a una hora un poco intempestiva, a partir de las 19:30h, seguida por una corte de viudos, viudas y plañideras.
A la sardina sólo le quedan algunos detalles, alguna que otra aleta, unos borlones, algún que otro toque de pintura, y poco más. En cuanto a los mensajes, este año con pedigrí, de Unamuno y Quevedo, que no dejarán indiferente a nadie.
¿Éste señor no fue concejal?