Los inconvenientes de la cara moderna de Homo antecessor
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Burdeos y el Grupo de Antropología Dental del CENIEH desvela que esta especie hallada en Atapuerca ya padecía los inconvenientes de no poseer el suficiente espacio para la muela de juicio
Un estudio liderado por la Universidad de Burdeos y el Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) que se ha publicado esta semana en la revista Un estudio liderado por la Universidad de Burdeos y el Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) que se ha publicado esta semana en la revista American Journal of Physical Antrhopology revela que la especie Homo antecessor, hallada en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina de la Sierra de Atapuerca (Burgos), ya padecía los inconvenientes de no poseer el suficiente espacio para la erupción del tercer molar o muela del juicio.
El análisis del hueso maxilar ATD6-69, “la cara” de Homo antecessor, mediante técnicas de alta resolución como la microtomografía computarizada llevada a cabo en el CENIEH), ha permitido la identificación de signos coincidentes con el desarrollo ectópico, es decir fuera del lugar propio, del tercer molar, y el impacto secundario del segundo molar, su retención dentro del hueso alveolar. “Concretamente la muela del juicio estaba en proceso de desarrollo sobre la corona del segundo molar”, señala Laura Martín Francés, autora principal de este estudio.
En dicho estudio se debate por primera vez la hipótesis de que el molar ectópico de este individuo, con una edad aproximada de 10 años, se deba a una combinación de factores como son la característica cara moderna y el gran tamaño de los dientes de este niño de Atapuerca. Esta singularidad habría causado la falta de espacio para el desarrollo normal de la muela del juicio y la consecuente retención del segundo molar.
“Aunque se desconoce la evolución particular en este individuo, el pronóstico en estos casos incluye el desarrollo de caries, periodontitis e, incluso, quistes. Por lo que podemos asegurar que hace aproximadamente un millón de años habría sufrido de un agudo dolor de muelas”, afirma Laura Martín-Francés.
Por el momento solo se tiene evidencia de esta anomalía en un solo individuo de esta especie, sin embargo, la inminente excavación de la totalidad de la superficie del nivel TD6 de Gran Dolina ofrecerá nuevos restos fósiles para averiguar si esta circunstancia era característica de Homo antecessor debido a su cara moderna