El Obispillo pide limpieza en el Vena, más ayuda para los autónomos y una circulación más lenta
Andrés González ha vivido este día «mejor de lo que me imaginaba»
Andrés González, de nueve años, ha cumplido con la tradición y se ha paseado por las calles de Burgos a lomos de «Javivi» un caballo blanco. El Obispillo 2019, elegido por sus compañeros, ha estado acompañado por Sergio Sanz como vicario e Íñigo Cerdá como secretario.
Para Andrés ha sido un día intenso. Como es costumbre, el día de los Santos Inocentes, Andrés y los demás miembros de la Escolanía acudían al convento de las Salesas, donde se ha celebrado un acto en el que ha sido investido como Obispillo de 2019, «que se me ha hecho un poco largo». Ha sido en este momento, cuando se ha dado la bienvenida a los cinco nuevos Pueri. Tras la investidura con la mitra, la casulla, báculo, guantes y anillo, subido a un caballo blanco de nombre «Javivi», comenzaba su periplo por la ciudad para visitar varios lugares, el arzobispado de Burgos, donde ha mantenido un encuentro con el obispo don Fidel, y el ayuntamiento de la cuidad, desde donde ha transmitido un saludo a todos los que se han congregado en la Plaza Mayor, mientras que al alcalde, Daniel de la Rosa, le ha pedido más limpieza en el cauce del río Vena, más ayudas para los autónomos para que Burgos siga prosperando, y que los coches circulen más lentos, algo a lo que el alcalde le ha contestado indicando que en algunas vías, sí que lo harán.
Andrés González señalaba con una gran sonrisa que el día transcurría «mejor de lo que imaginaba», y se mostraba muy orgulloso de ostentar este cargo, más aún cuando es elegido por sus compañeros. Andrés ha repartido bendiciones a lo largo de su recorrido, en el que se han congregado cientos de personas para disfrutar de esta tradición.
En el Ayuntamiento, la Escolanía Pueri Cantores ha deleitado con unos villancicos a los presentes.
La fiesta del obispillo es una antigua tradición navideña que se remonta a la Edad Media, y consiste en la investidura de uno de los niños de la Escolanía de los Pueri Cantores de la Catedral y que ese año hace su primera comunión como máxima autoridad. La tradición se perdió al desaparecer la escolanía, pero se recuperó en 1998.