Con la suelta de 16 buitres negros se culmina la segunda liberación de la especie en la Sierra de la Demanda
Siete machos y nueve hembras de buitre negro vuelan ya libres, al igual que un primer grupo de ejemplares que se liberó en 2017 en la misma zona
El objetivo del Proyecto Monachus es que esta especie amenazada vuelva a criar en el Sistema Ibérico tras más de medio siglo ausente
Siete machos y nueve hembras de buitre negro pudieron empezar a volar libres tras la apertura ayer del jaulón en el que llevaban nueve meses aclimatándose a la zona de liberación seleccionada por la asociación conservacionista GREFA para recuperar a esta especie amenazada, ubicada en el término municipal de Huerta de Arriba, al oeste de la provincia de Burgos.
Esta liberación de buitres negros es la segunda que se realiza en la Sierra de la Demanda dentro del Proyecto Monachus de GREFA, con la colaboración de varios organismos públicos y entidades, y se ha hecho coincidir con la celebración en todo el mundo el pasado fin de semana del Día de las Aves. Hace un año se llevó a cabo una liberación similar con un primer grupo de buitres negros, a los que se unirán los 16 ejemplares soltados ayer.
Más de setenta personas venidas de diferentes sitios de España, vecinos de Huerta de Arriba, así como colaboradores y simpatizantes del Proyecto Monachus, han podido acceder a un punto de observación habilitado a un kilómetro en línea recta de la zona de liberación para observar a los buitres negros a una distancia prudencial sin ocasionarles molestias, una vez que eran liberados. El día anterior, en el pueblo de Huerta de Arriba, se llevó a cabo una presentación pública de esta actuación.
Gracias al marcaje con emisores GPS de esas aves, se ha podido seguir al detalle sus movimientos por la zona de suelta durante las primeras horas de su vida en libertad y será posible rastrear los movimientos que emprendan a partir de ahora. «Nuestra esperanza es que tarde o temprano acaben fijando su territorio en la Sierra de la Demanda y la especie, tras más de medio siglo sin criar en esta zona, vuelva a reproducirse en un futuro no muy lejano», explica la bióloga Lorena Juste, responsable del Proyecto Monachus de GREFA en la Sierra de la Demanda.
El largo periodo de tiempo en el que los buitres negros han permanecido en el jaulón de aclimatación de Huerta de Arriba ha sido fundamental para que estas aves se vinculasen al territorio en el que han sido liberadas.
Los buitres negros liberados, cedidos por diferentes comunidades autónomas, proceden en su mayoría de centros de recuperación de fauna silvestre. Dos de ellos, Zolorro, nacido en 2016, y Babieca, nacida este mismo año, vieron la luz en el centro de cría en cautividad de la especie que GREFA tiene en Majadahonda (Madrid).
«En las próximas semanas, cuando los buitres negros ahora liberados amplíen sus movimientos respecto al punto de liberación, un nuevo grupo de ejemplares de la misma especie será introducido en el jaulón de aclimatación con vistas a su liberación en el otoño de 2019 y así sucesivamente durante unos diez años», anuncia Juste.
Red europea de colonias de buitre negro
Con el Proyecto Monachus GREFA intenta contribuir a la recuperación en toda Europa del buitre negro, catalogado en España como especie amenazada. Ejemplo de ello es la Reserva de Boumort (Lleida), en el entorno del Pirineo catalán, donde a través de una actuación similar, en la que también participa el Proyecto Monachus, se ha creado una colonia de más de medio centenar de buitres negros y casi veinte parejas reproductoras.
«Nuestro objetivo último es conectar las grandes poblaciones tradicionales de buitre negro existentes en el centro y el sur de la Península Ibérica con la que se establezca en la Sierra de la Demanda, la ya creada en el Pirineo catalán y las existentes, gracias a proyectos similares, en varias zonas de Francia», explica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Próximo objetivo: recuperar al quebrantahuesos
El Proyecto Monachus lleva asociado en la Sierra de la Demanda la intención de recuperar, junto con el buitre negro, a otra rapaz necrófaga amenazada: el quebrantahuesos. En el caso de esta especie se van a arbitrar acciones encaminadas a facilitar su nidificación futura mediante la mejora del hábitat de alimentación y el de cría.
«Con los años esperamos poder realizar algunas liberaciones de ejemplares que nos permitan facilitar la comunicación de las poblaciones de quebrantahuesos, tanto naturales como reintroducidas, entre los Pirineos y los Picos de Europa, por una parte, y con el este y sur ibéricos (Maestrazgo y Cazorla), por otra», explica Álvarez.
Un proyecto con muchos colaboradores
El Proyecto Monachus para la recuperación del buitre negro en la Sierra de la Demanda es posible gracias a GREFA, con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, Red Eléctrica Española (REE), el grupo de acción local AGALSA y la Fundación Caja de Burgos-Obra Social «la Caixa», junto con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, el Ayuntamiento de Huerta de Arriba (Burgos) y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
¿Qué es GREFA?
Desde su creación en 1981, esta ONG ha atendido a más de 60.000 animales en su Hospital de Fauna Salvaje, radicado en Majadahonda (Madrid) y considerado el más grande y de más actividad de Europa en su especialidad. En todo ese tiempo, GREFA se ha consolidado también como referencia internacional gracias a sus proyectos destinados a la generación de biodiversidad, con especial atención a la fauna autóctona con más problemas de conservación, a través de un extenso catálogo de acciones, como cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos. Su labor ha sido reconocida por la concesión de dos de los premios sobre medio ambiente más prestigiosos de Europa, el de la Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad (2016) y el Fondena (2015).