Medina de Pomar. Las religiosas y patronos de la Residencia homenajearon a sus excompañeros
Emilio González Terán
En el transcurso de una misa de acción de gracias, ofrecida por don Emilio Ruíz-Cuevas, la comunidad de Hermanas Salesianas y la Junta de Patronos que regentan la residencia asilo Ntra. Sra. del Rosario distinguieron a los excompañeros Emilio Ruíz-Cuevas –qed- (44), Gabriel Fernández (44), José María Peña (21) y Valeriano González (17) por su dedicación y servicios prestados durante su ejercicio voluntario y altruista.
El párroco, Julio Alonso, en su homilía destacó la festividad del nacimiento de la Virgen María, fiesta grande de la Iglesia, que coincide con el 128 aniversario de la fundación de la Congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, fecha en la que recordamos a los expatronos que han servido a Dios a través de los residentes. Con vuestra actitud –señaló el celebrante dirigiéndose a los homenajeados- dais testimonio de cristianos, sois la luz para los demás.
Al término de la Eucaristía, el presidente de la Junta de Patronos, Juan Esteban Ruíz Cuenca, felicitó a las religiosas y recordó que la comunidad se encuentran en Medina desde 1920, primero dedicadas a la enseñanza y a partir de 1923, por petición del consistorio, al servicio de nuestros mayores en este hospital asilo.
Seguidamente dio a conocer la constitución de la actual junta y las obras realizadas en el centro asistencial en el transcurso del año, como el centro de día y la mejora de habitaciones en la segunda planta. Con respecto a próximas intervenciones, citó la ampliación y mejora del salón, baños y la renovación del sistema de aire, obras que serán subvencionadas. Igualmente, esperan obtener subvención para la envoltura exterior del paramento en el ala Norte y sustitución de las ventanas, para así lograr un mayor ahorro energético. Otra actuación que tienen en cartera es la instalación de una carpa exterior para acomodar más residentes y que les alivie a la hora de tomar el sol y el aire.
Aquí se trabaja para el residente de la mejor manera posible, manifestó Ruíz Cuenca quien dado el número de residencias en el torno invitó a ser competitivos tratando que los ancianos se encuentren como si estuviesen en su propia casa. En relación a las instalaciones, apostó por seguir modernizando y actualizándolas de manera permanente. Para él, la parte más importante es el legado recibido de amor hacia nuestros mayores. El principal activo son las hermanas salesianas y su dedicación permanente, “sin éllas no sería posible el grado de calidad de vida que tienen los residentes”. También tuvo palabras de agradecimiento para aquellas personas que día a día vienen a compartir con los residentes.
Dando paso al acto principal, el reconocimiento de los méritos de los expatronos, la Madre Superiora, sor Ana Barbúdez Toledo, agradeció el generoso servicio de los homenajeados y a sus respectivas familias. El presidente repasó la trayectoria y años de servicio, la dedicación y singularidades de cada uno durante su ejercicio. A continuación se procedió a entregar a cada uno lámina enmarcada acreditativa en la que se destaca la ejemplar dedicación del titular.