Burgos también sufre la marcha de empresas
En lo que va de año, han sido 80 las empresas que ha trasladado su sede a otras comunidades, principalmente Madrid
La industria de Burgos también sufre la «huida» de empresas a otras comunidades. Los impuestos, como Patrimonio, uno de los más altos de España, o las inspecciones que se hacen a las empresas, más frecuentes e intensas que en el resto de España, han
hecho que en lo que va de año, hayan sido ya 80 las empresas que han traslado su sede fiscal a otras comunidades, preferentemente, Madrid. Santiago Aparicio, presidente de Cecale, apuntaba que en 2016, han sido 216 las empresas que se han marchado, el 85% a Madrid. Desde Cecale, se apuesta por un mayor control de la economía sumergida, hacía donde deberían ir encaminadas las inspecciones.
Marcha de empresas
Desde Cecale su presidente Santiago Aparicio informa que 220 empresas se marcharon de Castilla y León en 2016 de las cuales el 65% se ha marchado a Madrid, y 240 en 2017. En este año, solo en el primer trimestre, ya hay 80 que han cambiado su domicilio fiscal, el 75% a Madrid, principalmente por dos causas. La primera de ellas el impuesto de patrimonio, que es uno de los más altos de España y el otro las inspecciones que se hacen a las empresas castellanoleonesas son más arduas y frecuentes que en el resto de España.
La solución que propone desde Cecale es que se actúe contra la economía sumergida para qué el problema de las inspecciones se solucione, ya que Aparicio estima que esta economía supone un fraude de unos 180.000 millones de euros.
La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León se reunían hoy en la FAE para conocer de primera mano los problemas y situación del tejido empresarial en Burgos.
Entre las preocupaciones, el atasco del Parque Tecnológico, que parece no tener fin, en una ciudad que supone el 30% del PIB, muy por encima de la media española.
Las infraestructuras como el AVE, la «Y» vasca, subidas de impuestos como el de la gasolina, que tendrá especial incidencia en Castilla y León, y sobre todo, la adaptación de las empresas a la tecnología 4.0 con lo que ha considerado el futuro, la impresión 3D.