El MAPAMA finaliza las obras del Camino Natural Santander-Mediterráneo en el tramo de La Bureba
El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha finalizado las obras de construcción del Camino Natural Santander–Mediterráneo en el tramo comprendido entre Quintanilla Vivar y Salas de Bureba
Las obras, dirigidas por el Programa de Caminos Naturales de la Subdirección General de Fomento del Desarrollo Rural y financiadas íntegramente por el citado Ministerio, han sido ejecutadas por la Empresa de Transformación Agraria, S. A. (Tragsa), en calidad de medio propio de la Administración, por un importe total de 3.047.181,83 €.
El tramo tiene una longitud total de 43,7 km, y discurre por los términos municipales de Quintanilla Vivar, Sotragero, Merindad de Río Ubierna, Carcedo de Bureba, Poza de la Sal y Salas de Bureba. La anchura proyectada para la plataforma del camino es variable entre 3,50 metros y 4,00 metros, con terminación de firme en zahorra artificial.
Este Camino Natural es una ruta diseñada para ser recorrida por senderistas y ciclistas. El trazado discurre por la plataforma del ferrocarril Santander-Mediterráneo, en desuso desde 1985. El camino pasa por el LIC Riberas del río Oca y afluentes, por lo que se han incluido en el proyecto las correspondientes medidas de protección, de manera que las obras no suponen ningún riesgo ambiental para la zona.
Con la creación de este Camino también se pretende favorecer el desarrollo sostenible de la zona mediante la potenciación de los recursos económicos con la promoción de su uso recreativo y turístico y la divulgación a nivel nacional e internacional. Su promoción permitirá la creación de puestos de trabajo vinculados a su aprovechamiento turístico y deportivo, contribuyendo al desarrollo sostenible del medio rural. Se trata de objetivos que comparten el Programa de Caminos Naturales desarrollado por el MAPAMA y el Consorcio del Santander–Mediterráneo, constituido por los ayuntamientos de Alfoz de Quintanadueñas, Sotragero, Quintanilla Vivar, Merindad de Río Ubierna, Poza de la Sal y Salas de Bureba.
Desarrollo económico para la zona
El presidente del Consorcio, Raúl Martín Bellostas, considera que se trata de “un ambicioso proyecto que ayudará de manera significativa al desarrollo económico de esta zona, tanto por la generación de empleo como por la creación de nuevas actividades empresariales vinculadas al turismo”.
Los próximos objetivos del Consorcio son conectar el trazado actual con la capital burgalesa por el sur y con la localidad de Oña por el norte así como poner en marcha un proyecto de divulgación y promoción del trazado.
La ejecución de las obras de acondicionamiento del tratado forma parte de los compromisos suscritos entre el Consorcio de la Vía Verde Santander–Mediterráneo y el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por los que el Ministerio se compromete a financiar la obra, mientras que el Consorcio asume la obligatoriedad de obtener todos los permisos y autorizaciones pertinentes, garantizar la disponibilidad de los terrenos necesarios y llevar a cabo la conservación y el mantenimiento del camino una vez finalizadas las obras.
Camino Natural en un tramo ferroviario
La historia de este ambicioso proyecto de conversión en Camino Natural de un tramo ferroviario en desuso se remonta a 2005, año en el que Adeco Bureba y el Ceder Merindades dieron los primeros pasos y encargaron un Estudio de Factibilidad y un Proyecto de Ejecución a la Fundación de Ferrocarriles Españoles.
A partir de ahí, fue necesario lograr la cesión -en régimen de alquiler- del trazado ferroviario, trámite exigido por el Ministerio para aprobar la actuación. En 2011 se iniciaron los trabajos y, tras las dificultades derivadas de la crisis económica, finalmente se han completado en 2018.
El Santander-Mediterráneo atraviesa en este tramo recién acondicionado paisajes de gran belleza (valles, ríos, sierras, torcas, etcétera) y discurre por localidades ricas en patrimonio artístico y cultural (con iglesias, ermitas, castillos, palacios y elementos prehistóricos de extraordinaria importancia). Por ello, este Camino Natural aspira a convertirse un motor de dinamización económica para la zona a partir del aprovechamiento del enorme potencial turístico de la zona.