Ignacio Delgado promete luchar para mantener los puestos de trabajo de Siemens Gamesa en Miranda
El procurador de Ciudadanos se reúne con el comité de empresa de Gamesa y promete llevar el asunto al Congreso de los Diputados
José Ignacio Delgado, procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, se ha reunido con el comité de empresa de Siemens Gamesa para escuchar las reivindicaciones de los trabajadores tras el anuncio de la empresa de cerrar su planta en Miranda de Ebro.
El procurador de la formación naranja ha prometido al comité de empresa tomar todas las medidas posibles en busca de mantener el empleo de 134 familias en la capital mirandesa. «Vamos a intentar buscar soluciones realistas para mantener el empleo en la ciudad» ha comunicado Delgado a los representantes de los trabajadores. En ese sentido ha anunciado que intentará llevar el asunto de Siemens Gamesa en Miranda al Congreso de los Diputados en busca de una solución. Asimismo, Delgado ha prometido estudiar las ayudas que haya podido recibir la empresa en los últimos años por su planta en la ciudad.
La empresa que cuenta con otras dos plantas dedicadas a la producción de palas en España (Aoiz y Somozas) ha abierto dos nuevas plantas en Marruecos y Turquía. La sociedad ha comunicado a los trabajadores la posibilidad de ser trasladados a alguna de estas plantas sin tener en cuenta la situación familiar de los mismos que han anunciado a la representación de Cs que llevaban tiempo proponiendo a la empresa una ampliación dentro de la ciudad «porque si quieren seguir vendiendo es necesario que tengamos trabajo, sin dinero es imposible comprar».
«Miranda está sufriendo especialmente el cierre y deslocalización de empresas. Rottneros, Montefibre, Garoña y ahora Gamesa no tienen las ventajas que tienen las empresas que se instalan unos metros más al norte», ha denunciado Delgado que ha pedido que «se eliminen las desigualdades fiscales y tributarias entre territorios» porque «en pleno siglo XXI y dentro del mismo país no puede haber beneficios especiales y anacrónicos que sigan llevando a ciudades como Miranda a convertirse en meros dormitorios de los territorios que las circundan».
