La cabalgata, el principio de la noche más mágica
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Sin lluvia y con mucha ilusión
La amenaza de lluvia no ha impedido que miles de niños acudieran a ver de cerca a los Reyes Magos, que llegaban esta mañana a Burgos para cumplir los deseos de los más pequeños.
Desde las 18:00h, momento en que la Cabalgata partía de la Avenida Eladio Perlado, las calles de la ciudad se abarrotaban de gente que esperaba el paso de los Magos y a los que la amenaza de lluvia, que ha respetado el acto, no intimidaba.
Osos polares, faquires con fuego, globos voladores, grupos de danzas, bicicletas con luz, elefantes, todo con mucha, mucha magia.
En el trayecto, los Magos y sus pajes repartieron los 4.000 kilos de caramelos sin gluten entre los asistentes. Al llegar a la Plaza de Mío Cid se apearon de sus carrozas para saludar a los niños que allí se congregaron. Después, pasaron a adorar al niño que se encontraba en el portal con María y José.
Recomendaciones a los más pequeños
Ya desde los balcones del Teatro Principal se dirigieron a todos los niños que se encontraban en la plaza para recomendarles seguir siendo buenos, estudiar mucho, obedecer a sus padres y mayores, y una recomendación para esta noche, limpiar bien los zapatos e irse pronto a la cama.
Y a esperar que mañana los zapatos estén llenos de los regalos pedidos, o de carbón, que también llevaban en unas vagonetas recién traído de las minas de Barruelo de Palencia.